El gran negocio de oler como tu estrella favorita

El sector de la perfumería y la cosmética es de los que más dinero mueven en el mundo. En España, nos gastamos al año en colonias unos 1.800 millones de euros y somos el séptimo país consumidor de un sector que tiene un crecimiento anual de alrededor del 5%.

Los grandes fabricantes mundiales han encontrado en la última década un filón comercializando las fragancias de personajes famosos. Ellos reciben un porcentaje por la cesión del nombre y, en algunos casos, por las ventas. Desde Madonna, pasando por Justin Bieber, Beyoncé o Shakira, pocos se resisten a tener un perfume con su nombre. Y sus ventas se disparan en navidades cuando, de repente, crecen como setas los anuncios de colonias en la televisión.

Mucho ha llovido desde que Chanel Nº5 y Marilyn Monroe se convirtieran en pareja de hecho sin tener nada que ver el uno con el otro. Ahora el negocio ha cambiado y lo normal es que una gran estrella llegue a un acuerdo con una multinacional del sector para fabricar, distribuir y comercializar el perfume.

En España podemos presumir de una de las empresas líder en el mundo en la creación de fragancias. Se trata del Grupo Puig, que vendió en su último ejercicio fiscal la friolera de 1.790 millones de euros con un beneficio neto que superó los 155 millones de euros.

Puig es el artífice de los perfumes de nuestras estrellas más deseadas. Es el caso de Shakira, que ha lanzado ya dos frangancias con la multinacional española. También Antonio Banderas tiene The Golden Secret y Malú, Live... Y así una lista interminable de famosos.

Aunque el lanzamiento estrella de 2017 fue Sensuelle, de Paula Echevarria. Por cierto que también Puig ha sido la encargada de lanzar los varios perfumes que firma su hasta ahora marido, David Bustamante, y que han sido todo un éxito de ventas.