El Gobierno controlará a las eléctricas para frenar el vaciado de embalses
Ribera se ampara en la Ley de Aguas para poner freno a la práctica "escandalosa" de las empresas.
A mediados de agosto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) abrió expedientes a las empresas que gestionan embalses de las cuencas hidrográficas del Duero, del Tajo y del Miño-Sil por el aprovechamiento hidroeléctrico que han realizado en esos pantanos, mediante el desembalse masivo de agua en plena ola de calor. Ahora se sabe que, tras aquel abuso, el Gobierno controlará a las eléctricas para frenar el vaciado de embalses.
Según una exclusiva de El Periódico, el Ejecutivo prevé fijar, como muy tarde en octubre, “dos umbrales para las centrales hidroeléctricas que deberán cumplir”, y que son “un volumen mínimo ambiental de agua en el pantano y una limitación máxima mensual del caudal turbinado autorizado”. El artículo 55 de la Ley de Aguas lo ampara, prevé que por razones extraordinarias se puedan introducir limitaciones al vaciado del caudal de los embalses.
Ambos topes, dice el diario, serán anunciados este lunes por la vicepresidenta tercera Teresa Ribera, durante su comparecencia en comisión en el Congreso, que se hace a petición propia y que ha sido reclamada por la oposición (especialmente por el PP) para que se explica la escalada del precio de la luz, que ha ido cosechando récord tras récord en el mes que ahora acaba. Ribera también tendrá que dar cuenta de la aparición masiva de peces muertos en el Mar Menor, en Murcia.
Como recuerda El Periódico, el 11 de junio, el nivel de agua embalsada procedente del Esla, afluente del Duer, se situaba en 658 hectómetros cúbicos, “un volumen que apenas había variado desde la segunda quincena de mayo”. El 11 de agosto, dos meses más tarde, y “cuando saltaron todas las alarmas”, ya sólo quedaban 132 hm3, un 79,93% menos. El Gobierno impuso un tope a Iberdrola, que gestiona esos embalses, para que no bajase más la cota de agua.
Ribera dijo entonces que era una situación “escandalosa”. “No es razonable vaciar en prácticamente en seis semanas un embalse como ha ocurrido en Zamora”, denunció.