El Gobierno británico da luz verde a un polémico túnel bajo Stonehenge
La Unesco, que considera el monumento Patrimonio de la Humanidad, se opone al enterramiento de la carretera A303, que discurre junto al conjunto arqueológico.
El gobierno británico ha ignorado las recomendaciones de sus funcionarios de planificación urbana y ha aprobado un polémico plan para la construcción de un túnel vial cerca del monumento prehistórico de Stonehenge, en el sur de Inglaterra (Reino Unido).
El proyecto, que está dirigido a aliviar el tráfico en un tramo de carretera propenso a atascos importantes, ha sido promovido durante décadas, pero ha enfrentado fuerte oposición de residentes locales y arqueólogos.
La carretera A303, muy transitada por los automovilistas que viajan hacia y desde el suroeste de Inglaterra, está a menudo sumamente congestionada en un tramo cerca de Stonehenge. Como parte de amplias mejoras, se va a construir un túnel de dos millas (3,2 kilómetros) que va a eliminar el sonido y la vista del tráfico junto al sitio y reducir el tiempo de viaje.
La decisión del secretario de transporte Grant Shapps contradice la recomendación del Inspector de Planificación, que advirtió de daños “permanentes e irreversibles” derivados del proyecto. Sin embargo, de acuerdo con el Departamento de Transporte, Shapps se sentía “satisfecho de que al final, la necesidad del proyecto y los otros beneficios identificados pesaban más que cualquier daño”.
Los partidarios del proyecto, que se espera cueste alrededor de 1.700 millones de libras (2.200 millones de dólares), dicen que reducirá drásticamente la congestión. “Este esquema transformador devolverá el paisaje de Stonehenge a su escenario original y mejorará el tiempo de travesía para todo el que viaja hacia y desde el suroeste”, dijo el jefe de carreteras de Inglaterra, Jim O’Sullivan.
De acuerdo con su agencia, los trabajos comenzarán a mediados de 2021 y la fase principal de la construcción arrancará en el 2023.
Los adversarios del proyecto, que tienen un plazo de seis semanas para apelar ante el Tribunal Supremo de Inglaterra, han expresado durante años temores sobre daños al ambiente, incendios forestales y efectos sobre potenciales hallazgos arqueológicos bajo tierra.
La Stonehenge Alliance, que ha hecho campaña contra el túnel, dijo que “lamenta profundamente” la decisión, que dijo será recibida con alarma en todo el mundo”.
El grupo dijo que el plan viola las obligaciones de tratados internacionales del Reino Unido de “no dañar” el sitio que es Patrimonio Cultural de la Humanidad. La Unesco, que declaró el monumento megalítico en su lista en 1986, se opone al proyecto de enterramiento de la carretera.