El gesto del italiano Gianmarco Tamberi ha dado la vuelta al mundo, pero sus calcetines también
Y no es para menos.
El saltador de altura italiano Gianmarco Tamberi se convirtió este domingo en uno de los grandes protagonistas de los Juegos Olímpicos de Tokio.
No solo porque ganó el oro, sino por dos gestos que le han hecho todavía más grande. Empató con el catarí Mutaz Essa Barshim y ambos dieron lugar a un momento que ha maravillado al mundo: renunciaron a pelear la victoria y optaron por compartir el primer puesto.
″¿Podemos tener dos oros?”, preguntó Barshim. “Es posible”, asintió el juez. Barshim miró a Tamberi que, emocionado, chocó la mano con su rival, sobre el que terminó saltando dándole un abrazo.
Además, mientras el italiano seguía celebrando su victoria, su compatriota Marcell Jacobs ganó los 100 metros lisos y nada más llegó a la meta ambos comenzaron a gritar como locos y a darse abrazos.
Pero otro detalle de Tamberi ha sido muy comentado en todo el mundo: los llamativos calcetines con los que compitió y que tienen dibujada la silueta de su propia cara, con moño incluido.
El italiano también llamó la atención por celebrar su victoria con una escayola en la que se leía “Road to tokyo 2020”.
Es una especie de amuleto porque es la escayola que él mismo tuvo durante una lesión que le impidió participar en los Juegos Olímpicos de 2016. Hizo esa inscripción para motivarse para esta cita olímpica. Y no ha fallado.