El FMI baja dos décimas su previsión del PIB español, hasta el 2,5%, para 2018
Doble mal augurio para nuestro país, tras el informe de esta mañana de la OCDE.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado en dos décimas su previsión de crecimiento de la economía española para este año, hasta el 2,5%, y advierte de que si no se aprueban unos nuevos presupuestos el déficit se podría desviar hasta el 2,4% del PIB en 2019.
"La economía española sigue recuperando el terreno perdido durante la crisis", reconoce el FMI en el informe anual sobre España difundido hoy, aunque apunta que ya ha superado el pico del ciclo y que el ritmo de crecimiento se moderará hasta el 2,5 % este año, el 2,2 % en 2019 y así progresivamente hasta el 1,75 % a medio plazo.
La previsión para 2018 es una décima inferior a lo previsto por el Gobierno y según el FMI responde al debilitamiento de las fuerzas cíclicas y un entorno externo menos propicio.
Además, es dos décimas inferior a lo que había pronosticado hace un mes y medio, cuando difundió sus conclusiones iniciales en su asamblea anual, celebrada en Bali.
La previsión del 2,7% que por entonces hizo del crecimiento español, tras enviar una misión a España a comienzos de octubre, ya supuso una rebaja de una décima con respecto a sus proyecciones previas, alegando igualmente un empeoramiento del entorno exterior y un debilitamiento de la demanda interna.
Más déficit
Además, ha elevado hasta el 2,8% su previsión del déficit sobre el PIB para este año y advierte de que si el Gobierno no logra sacar adelante sus presupuestos y se prolongan los actuales, el déficit podría quedar en el 2,4%, cuatro décimas más de lo presupuestado.
Esa previsión del déficit para 2019 ya incluye las medidas anunciadas por el gobierno sobre el impuesto sobre la renta, la subida del salario mínimo y el incremento de las pensiones, por lo que el FMI ve "crítico" tomar medidas adicionales para mejorar el balance incluso aunque no se aprueben los nuevos presupuestos.
Igualmente, advierte de que la deuda pública sigue suponiendo un "riesgo", por lo que urge a tomar medidas ahora que la economía está creciendo aún a buen ritmo y antes de que se encarezca el coste de la deuda y aumente la presión por en envejecimiento de la población.
"No debe retrasarse más la reanudación de la consolidación del déficit primario estructural en al menos el 0,5 % anual del PIB (...) hasta que se alcance un equilibrio estructural fiscal y la deuda se encuentre en una clara trayectoria descendente", recomienda.
El FMI advierte además de que el proteccionismo internacional y un Brexit sin acuerdo podrían afectar al comercio, lo que perjudicaría las exportaciones e inversiones de España, al tiempo que "la incertidumbre política en países clave de la zona euro" podría aumentar los rendimientos de la deuda española.
Incertidumbre de Cataluña
En el ámbito interno, la "prolongada incertidumbre" relacionada con Cataluña podría socavar la confianza y lastrar la inversión, según el FMI, que urge a aprovechar "al máximo" las buenas condiciones económicas para reducir más rápidamente el alto nivel de deuda pública y las grandes necesidades de financiamiento.
"De lo contrario, habrá poco espacio para contrarrestar de manera proactiva las consecuencias adversas de las futuras crisis en la economía", según el organismo internacional, que aboga por preservar y mejorar las reformas pasadas, especialmente para atajar el desempleo y la pobreza juveniles.
Respecto al mercado laboral, cita como "desafíos importantes" el desempleo juvenil, la temporalidad y el empleo involuntario a tiempo parcial, que son los más altos de la Unión Europea (UE).
Aunque valora que el sector privado haya reducido su endeudamiento y la salud del sistema bancario se haya fortalecido, observa que algunos segmentos de empresas y hogares aún están demasiado apalancados y los préstamos para bienes de consumo duraderos se están expandiendo rápidamente, al tiempo que los bancos españoles "siguen rezagados" en términos de coeficientes de capital.
El FMI entiende que hay otro factores que frenan el potencial de crecimiento económico, como el escaso crecimiento de la productividad, la demografía desfavorable y el alto desempleo estructural, aunque confía en que "la composición del crecimiento siga siendo de base amplia, lo que refleja el cambio saludable en la estructura y la competitividad de la economía" española.
El organismo internacional prevé que el superávit de la cuenta corriente ronde el 1 % del PIB, lo que reducirá gradualmente la alta posición de inversión internacional neta negativa, y que la inflación subyacente vaya ascendiendo hasta el 2 % en los próximos años.