El 'Financial Times', rendido ante esta "pequeña ciudad" española: se sale de lo común
Dice que es "como una versión de Sevilla" sin turismo masificado.
El prestigioso diario económico británico Financial Times ha incluido a Jerez entre las tres “pequeñas maravillas” europeas a las que hacer una escapada este otoño.
Junto a la ciudad andaluza, el periódico ha escogido también a Bolzano, en Italia, y a Rennes en Francia, como tres “ciudades pequeñas” en las que se puede disfrutar de la cultura, la gastronomía y los paisajes sin sufrir los inconvenientes del turismo multitudinario.
El autor, Paul Richardson, explica que durante 30 años dejó pasar la oportunidad de visitar Jerez atraído por otras ciudades cercanas como Cádiz. Pero que en septiembre se decidió a ir y se dio cuenta de lo que se había estado perdiendo todo este tiempo.
Señala que, aunque la ciudad no es capital de la provincia, sí tiene un gran fuerza económica como capital de un vino que es de categoría mundial. Y destaca los paisajes de la localidad: calles adoquinadas, casa con balcones de hierro y olor a “barriles viejos, sótanos oscuros, madera y alcohol”.
Destaca también el alcázar medieval y la “enorme catedral del siglo XVIII”. Y describe el centro como “una mezcla armoniosa de campanarios, palmeras y bodegas con techos de brea”.
El autor dice que Jerez “nunca ha estado bien provisto de lugares interesantes para alojarse”, pero que eso ha cambiado después de que en julio de 2020 abriese sus puertas el Hotel Bodega Tío Pepe, que ocupa una parte de la enorme bodega González Byass, a la que llama “Vaticano del vino”.
Y hace una descripción de lo que ve allí: “Los barriles ennegrecidos estaban apilados en filas que se extendían hacia la oscuridad. A lo largo de los años, han escrito allí sus nombres con tiza blanca Steven Spielberg, Margaret Thatcher, Pablo Picasso o Jack Ma”.
“El casco antiguo de Jerez, con sus palacios y patios, sus terrazas pavimentadas donde los lugareños comían tapas y bebían finos fríos, era como una versión de Sevilla a la que se le había eliminado mágicamente el fenómeno del turismo de masas”, describe el autor, que destaca que en Jerez se puede comer “como un rey en la legión de bares de la ciudad”.
Destaca, por ejemplo, Juanito y sus alcachofas braseadas en aceite de oliva; Las Banderillas, con su rabo de toro cocido al jerez, y La Carboná, que describe como “una experiencia no solo por la arquitectura de la bodega” sino también por “una cocina andaluza moderna que muestra con orgullo los grandes vinos de Jerez”.
El autor también visitó algunas tabernas tradicionales entre las que destaca La Pandilla, que es “una reliquia de la España de hace una generación”. Por todo ello, dice que Jerez le ha sorprendido y que allí encontró algo “romántico” que ha desaparecido en la mayoría del resto de ciudades del sur de España: “Volvería pronto”.