El festival de Coachella generó 107 toneladas de residuos al día, ¿qué se puede hacer para evitarlo?
Así es cómo algunos de los festivales de música más importantes del mundo están apostando por la sostenibilidad.
704 millones de dólares de actividad económica y 99.000 personas cada fin de semana. El Festival de Coachella (Indio, California) bate récords año tras año, y no todos son positivos. Según un informe ambiental, los asistentes al conocido festival estadounidense generaron alrededor de 107 toneladas de residuos al día, de los cuales solo se recicla un 20%. De poco han servido las medidas puestas en marcha por la organización, que incluían el intercambio de botellas de plástico usadas por otras reutilizables, además de billetes para la noria, camisetas, bolsas y otro tipo de merchandising del festival.
La gestión de residuos en este tipo de eventos debería ser un punto básico de la organización de los festivales, y más teniendo en cuenta el momento álgido de popularidad que están viviendo. Según un estudio del servicio de entradas Ticketea, en 2015, los 50 festivales más grandes de España acogieron a más de 3 millones de personas. Son muchos los que ya están intentando integrar la ecología y el respeto por el medioambiente entre sus prioridades. ¿Qué están haciendo distintos festivales alrededor del mundo para controlar la situación? Te contamos algunas medidas.
Este festival, situado en Idanha a Nova, en el centro de Portugal, es uno de los pioneros en Europa a la hora de incorporar políticas sostenibles en su organización. Uno de los puntos en los que más ha incidido es en la utilización del transporte público para desplazarse hasta el evento, y en 2016 pusieron en marcha Boom by Bike, una iniciativa que anima a los asistentes a acudir en bicicleta desde sus lugares de residencia. La idea surgió después de que dos ciclistas de Bélgica decidieran viajar hasta Portugal de esta manera en 2008.
También son un ejemplo en cuanto a eficiencia energética y han construido varios paneles solares con los que buscan liberarse de la red eléctrica lo antes posible. Además, han instalado sistemas de tratamiento de aguas dentro del propio festival y cuentan con unas incisivas políticas de reciclaje.
Desde que diese sus primeros pasos en 1999, este festival, que se celebra en Oslo (Noruega), se ha consolidado como uno de los acontecimientos musicales más destacados del verano. Sin ir más lejos, este año en su cartel se dan cita artistas como Lana del Rey, The XX, Feist o Pixies. Pero además de calidad musical, Øyafestivalen también ofrece un firme compromiso con el medioambiente.
Toda su electricidad proviene de fuentes sostenibles y el 97% de la comida que sirven en las instalaciones del festival es orgánica. Como en todos los eventos de este tipo, generar residuos es inevitable, pero han conseguido reciclar el 70% del total que se genera en cada edición, evitando 40.000 toneladas de emisiones de CO2.
Es, posiblemente, el festival de rock más importante del mundo, el más grande celebrado al aire libre y recibe aproximadamente a 175.550 personas cada año. Con estas cifras la amenaza y el impacto medioambiental están asegurados, pero desde la organización de Glastonbury están haciendo lo posible por paliar los efectos.
Algunas de las políticas se dirigen a intentar ser un festival más eficiente energéticamente, utilizando paneles solares y energía eólica. Además, están intentando inculcar en los visitantes y hacer suya la tendencia "reducir, reutilizar y reciclar" y han pedido a todas las personas que lleven sus tiendas de campaña de casa, que las recojan y se las vuelvan a llevar una vez termine el festival. Para la edición de este año pretenden reciclar el 60% de los residuos que se generen y han eliminado las bolsas de plástico por otras totalmente orgánicas.
El festival madrileño se ha convertido en una de las citas imprescindibles para los amantes de la buena música. Además de una jornada de conciertos al aire libre, el DCODE ha mostrado desde el primer momento su predisposición y su compromiso con la sostenibilidad. En colaboración con Ecovidrio, la organización del festival puso en marcha ECOde, una iniciativa que pretende concienciar sobre la importancia de la limpieza y el reciclaje de residuos. Una medida que contribuye a la reducción de las emisiones de CO2 del festival.
Para la ocasión, se han creado contenedores especiales en los que los asistentes pueden depositar sus botellas. Además, estos contenedores también están a la venta y todo lo recaudado va destinado a la asociación Unoentrecienmil. Todo esto le valió al DCODE el Premio al Festival más Sostenible de España en 2015.