El exprimer ministro francés François Fillon y su mujer, culpables en el escándalo de los empleos falsos
Malversaron fondos públicos, según la sentencia que los condena, y se les impone una pena de dos años de cárcel.
El ex primer ministro francés Francois Fillon ha sido condenado este lunes a dos años de prisión firme y otros tres exentos de cumplimiento, por haber empleado de forma fraudulenta a su esposa como asistente parlamentaria sin que esta efectuara esa función.
El Tribunal Correccional de París, que ha añadido una multa de 375.000 euros, también ha condenado a tres años exentos de cumplimiento tanto a la mujer, Penelope, como a Marc Joulaud, diputado al que Fillon cedió su circunscripción cuando se convirtió en el ministro de Asuntos Sociales de Jacques Chirac y que también la contrató.
El escándalo se desató en enero de 2017, cuando el semanario satírico Le Canard Enchainé reveló que Penelope y dos de sus hijos, que no fueron juzgados, habían estado empleados con fondos públicos como asistentes sin desempeñar esos cargos.
Fillon, jefe de Gobierno de Nicolas Sarkozy entre 2007 y 2012, era el candidato favorito para las presidenciales galas de mayo de 2017 hasta la publicación de esa información, según la cual tuvo bajo su cargo con fondos públicos a su mujer entre 1998 y 2002 y de 2012 a 2013, y a dos hijos de 2005 a 2007.
Su defensa solicitó el pasado martes la reapertura de la vista oral de este juicio por presunta malversación de fondos después de que la exjefa de la Fiscalía Nacional Financiera Eliane Houlette denunciara presiones de sus superiores durante la instrucción.
Si la sala hubiera aceptado reabrir el debate el proceso podría haber sido pospuesto meses, pero su petición no fue contemplada y el veredicto se pronunció apenas media hora después del inicio de la sesión, en la que los tres acusados comparecieron con gesto serio.
El juicio de este bautizado como “Penelopegate”, por el que se desviaron en total de forma directa o indirecta más de 1,5 millones, comenzó el 26 de febrero y durante el mismo Penelope Fillon no pudo aportar pruebas concretas de su trabajo, alegando que hacía tareas diversas, como ocuparse de su correo u organizarle la agenda.
Tanto Fillon, de 66 años, como su esposa, de 64, estaban imputados principalmente por malversación de fondos públicos y apropiación indebida de bienes sociales, mientras que a Joulaud, de 52, se le atribuía el cargo de malversación de fondos públicos.