El parecido razonable de su cita en 'First Dates' lo deja sin palabras
"Mucha gente me dice que me parezco a Pamela Anderson".
Maddie, una peluquera y modelo de 34 años conocida como la Pamela Anderson de Tarragona, tenía las ideas muy claras cuando llegó a First Dates: "Tiene que ser empresario, si no tiene una empresa, pues que tenga dinero, porque me atrae el éxito de las personas".
El explosivo físico de esta chica de Bucarest, igual que el de la famosa vigilante de la playa "por los pechos y por la cara, por los ojos, la sonrisa", puso a cien a su cita desde un primer momento.
Frente a ella estaba Gregorio Gori, un barcelonés de 44 años que era vigilante de seguridad y que no traía el dinero como principal arma de seducción, sino su sentido del humor.
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Así que con estos mimbres comenzó una cita que hizo subir la temperatura a niveles preocupantes, sobre todo para Gori.
"Voy a presentarte a tu Pamela Anderson de esta noche", afirmó Lidia Torrent.
Cuando Gori vio a Maddie, el hombre se puso como un flan: "Se parece bastante a Pamela Anderson, pero claro, en persona estas bastante nervioso porque está bastante buena", reconocía.
La primera impresión también fue buena para Maddie: "La primera impresión le veo bien, porque lo he visto como empresario de éxito", argumentó la mujer.
Para romper el hielo, la conversación giró en torno al parecido razonable entre Maddie y Pamela Anderson:
Frente a la cámara, Gori no podía ocultar su calentón: "Esta chica está cañón", afirmó.
Sin embargo, el jarro de agua fría no tardó en llegar. La pareja comenzó a charlar sobre sus gustos y, cuando ella explicó que le encantaba salir de fiesta, llegó el momento clave de la cita:
En ese momento, la cara de Maddie se descompuso:
Frente a la cámara, la Pamela Anderson de Tarragona no podía ocultar su decepción: "No me llama la atención, me llama la atención un hombre de negocios que viaje y eso", reconoció.
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Pese a todo, charlaron sobre sus fetiches sexuales e hicieron una sensual sesión de fotos tras explicar Maddie que su doctor es buenísimo y que le dejó unos pechos buenísimos.
"Creo que le he puesto bastante caliente... a él le ha ido muy bien", bromeó con picardía Maddie.
La sentencia final no se salió de lo previsible. Gori habría muerto por una segunda cita porque Maddie "es muy guapa y muy simpática".
El problema llegó con ella, que veía a Gori como amigo pero no "como pareja de cada día".
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