El ex presidente francés Nicolás Sarkozy, condenado a un año de cárcel por financiación ilegal
Es la segunda vez que la justicia lo condena desde que salió del Palacio del Elíseo.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido considerado este jueves culpable de financiación ilegal de su campaña de 2012, siete meses después de haber sido condenado por corrupción y tráfico de influencias. Por este nuevo caso, ha sido condenado a un año de prisión, que podrá cumplir en arresto domiciliario.
El Tribunal consideró que el jefe del Estado francés entre 2007 y 2012 se benefició de un sistema de doble contabilidad puesto en macha para poder superar los límites de gasto impuestos por la ley francesa. Por ello le impuso una pena superior a la que había solicitado la Fiscalía, que había pedido un año de cárcel con seis meses exentos de cumplimiento.
La jueza Caroline Viguier ha resaltado de forma demoledora que “Sarkozy conocía el montante legal del tope de gasto” y ha dicho que “fue advertido por escrito del riesgo de superarlo a través de dos notas”, según ha informado el diario francés Le Monde. O sea, supo en dos ocasiones por expertos contables de la superación de ese techo y, pese a ello, mantuvo el elevado tren de gastos de su campaña, a razón de un mitin diario con grandes medios.
“No era su primera campaña y tenía conocimiento de las normas de derecho”, ha manifestado la jueza, quien ha apuntado que, pese a todo ello, “Sarkozy siguió manteniendo encuentros en las mismas condiciones que hasta entonces”.
En este sentido, ha hecho hincapié en que “Sarkozy conocía las cuentas de su campaña” y ha añadido que el gasto superó el límite por más de 16,2 millones de euros. “El tribunal considera que el techo fue superado a partir del 18º encuentro, el del 31 de marzo de 2012. A partir de esa fecha, cada acto supuso una infracción”, ha valorado.
La sentencia desmonta los argumentos de defensa de Sarkozy durante el proceso celebrado entre el 20 de mayo y el 22 de junio pasados, al que solo acudió en una ocasión, y que consistían en apuntar que ignoraba el detalle de los gastos de su propia campaña electoral.
Sarzoky estaba siendo juzgado junto a otras trece personas -todas ellas declaradas culpables- por el caso Bygmalion, que gira en torno a una supuesta falsificación de facturas para que su campaña se mantuviera por debajo del límite que establece la regulación gala. Los investigadores sospechan que el coste real rondó los 42 millones de euros, ampliamente por encima de los 22,5 millones requeridos.
Suma y sigue
Este nuevo revés judicial se produce siete meses después de que Sarkozy fuera condenado en primera instancia a tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento y el otro en arresto domiciliario, por corrupción y tráfico de influencias. En el proceso se concluyó que había ofrecido un trato de favor a un juez a cambio de información privilegiada.
Además, desde 2018 está inculpado por la financiación ilícita, con dinero del régimen libio de Muamar al Gadafi, de su campaña presidencial de 2007, la que le llevó al Elíseo.
Justo ayer, Sarkozy estuvo en Madrid, en la convención nacional del PP, un encuentro en el que ensalzó al líder de los populares, Pablo Casado, y cargó duramente contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el independentismo catalán y ETA. Sarkozy no ha acudido a la lectura del veredicto, al que sí acudieron la mayor parte de los otros acusados, y se desconoce si aún está en España.