El Eurogrupo logra un acuerdo para activar el fondo europeo de rescates
Los gobiernos de la zona euro dispondrán de hasta 240.000 millones de euros.
Las cosas de palacio van despacio. Tras varias reuniones tormentosas, el Eurogrupo ha empezado a tomar medidas ante el negro escenario económico que se avecina para la Unión Europea. Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona han alcanzado este viernes un acuerdo sobre las condiciones para solicitar un préstamo del fondo europeo de rescates para hacer frente a la pandemia del coronavirus
Esta línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) estará dotada con 240.000 millones de euros. Todos los países que tienen el euro como moneda podrán acceder a ella, con la única condición de que el dinero sirva para financiar gastos sanitarios.
Cada país que opte a estos créditos solo podrá solicitar la cantidad de dinero equivalente al 2% del producto interior bruto (PIB). En el caso de España, podría pedir unos 24.000 millones de euros.
El Gobierno de Pedro Sánchez, por el momento, no tiene previsto acudir a este fondo, porque se sigue financiando a través de los mercados con unas condiciones buenas.
La intención del Eurogrupo es que esta línea de crédito esté disponible a partir del próximo 1 de junio. Sin embargo, el acuerdo todavía tiene que superar algunos trámites como pasar por los parlamentarios nacionales de Países Bajos y Alemania y ser adoptado formalmente por la junta de Gobernadores del MEDE. Estas cuestiones podrían retrasar su puesta en marcha.
“El Eurogrupo acuerda los términos para la puesta en marcha el 1 de junio del instrumento precautorio de pandemia. Es un paso más en la buena dirección para la zona euro”, ha escrito en la red social Twitter la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que ha acudido virtualmente a la reunión, al igual que el resto de sus colegas europeos.
No habrá hombres de negro
A diferencia de lo que ocurrió durante la crisis financiera, los países que acudan al MEDE no tendrán que firman un memorando de entendimiento (MoU) como tuvo que hacer Grecia en su día. Este documento obligaba a realizar ajustes e implicaba una supervisión por parte de los funcionarios europeos, conocidos coloquialmente como los hombres de negro.
Esta circunstancia hizo que países como España o Italia, dos de los más golpeados por el coronavirus, fueran reticentes a utilizar el MEDE, por la mala fama que adquirió durante la anterior crisis.
Precisamente por eso, la Comisión Europea ha garantizado este viernes que no organizará visitas de los hombres de negro para vigilar que los países que pidan un préstamo cumplen con los requisitos establecidos.
Así se lo han garantizado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en una carta remitida al presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, antes de la reunión.
“La Comisión centrará su supervisión en los requisitos sobre el uso de los fondos para cubrir costes directos e indirectos relacionados con el sistema sanitario, reflejando la única condicionalidad vinculada a la línea de crédito”, señala la misiva.
“No hay estigma para ningún país. Está disponible para todos, tiene unas condiciones estandarizadas para acceder y no hay ninguna especie de troika. Esto es muy importante enfatizarlo”, ha asegurado Mário Centeno, que también es ministro de Finanzas de Portugal, en la rueda de prensa posterior a la reunión.
Las peticiones se podrán realizar durante la pandemia y hasta el 31 de diciembre de 2022, aunque existe la posibilidad de extender esa fecha. Las ayudas se podrán devolver en un plazo de 10 años.
El primer paquete de medidas
Esta línea de créditos del MEDE forma parte del primer paquete de medidas de emergencia desplegadas por las instituciones europeas para hacer frente a la pandemia.
Un paquete dotado con medio billón de euros, aprobado por el Eurogrupo el pasado 9 de abril y por el Consejo Europeo el 23 de abril, con una red de seguridad para los países, las empresas y los trabajadores.
Las tres patas de este plan urgente eran: el fondo europeo de rescates (MEDE), con 240.000 millones en líneas de crédito a los países para gasto sanitario; el Banco Europeo de Inversiones (BEI), con 200.000 millones en préstamos para empresas; y el fondo SURE contra el desempleo, con 100.000 millones para financiar los ERTEs.
Además de este primer paquete, la Comisión Europea se encuentra elaborando una propuesta concreta para la creación de un fondo de reconstrucción, un Plan Marshall como lo llama Pedro Sánchez, dotado con más de un billón de euros y enmarcado dentro del presupuesto comunitario plurianual. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, se comprometió a tenerlo listo para el 6 de mayo, pero todavía no ha llegado. Habrá que tener paciencia.