El español de 31 años que ha visitado todos los países del mundo explica sus secretos para no parar de viajar
"Es cuestión de priorizar. Es muy fácil decir que viajar es caro y que solo lo pueden hacer los ricos, y luego comprarnos un BMW, vestir a la moda o llevar relojes de marca".
“Son más las personas que han viajado al espacio que las que han visitado todos los países del mundo”. Inspirado por esta reflexión y por su afán de conocer cada rincón del planeta, el joven madrileño Álvaro Rojas abandonó su trabajo para dedicar estos últimos años a visitar los 197 países que existen en el planeta. Tan sólo 150 personas documentadas han estado en todos los países del globo, según la web Nomad Mania, en la que Rojas ya figura como uno de los escasos individuos que ha logrado completar esta proeza.
Este fotógrafo e influencer de viajes de 31 años, cuyo periplo por el planeta lo han seguido decenas de miles de personas a través de su cuenta de Instagram, llegó a su meta el pasado diciembre tras pisar Cabo Verde, el último país que le faltaba en la lista. También ha contado algunas de sus experiencias y recomendaciones en El HuffPost, de modo que hemos aprovechado para preguntarle sobre cuáles son las claves para consumar una aventura de esta magnitud. Esto es lo que nos ha contado:
¿Por qué decidiste dejar tu trabajo y embarcarte en la aventura de visitar todos los países del mundo?
Dejar un puesto de trabajo seguro en un departamento financiero de una gran multinacional no fue cosa de un día. Yo ya viajaba todo lo posible, utilizando todas las vacaciones que tenía y juntándolas con días festivos para poder escaparme más veces, más lejos. Poco a poco, fui acumulando experiencias, viajes y destinos. Viajar a todos los países se convirtió en un objetivo personal.A medida que iba informándome e investigando, más me daba cuenta de que necesitaría dejar mi trabajo por un tiempo. El proceso de conseguir todos los visados más complicados, conectar islas remotas del Pacífico y la logística de viajar a países en guerra que no se rigen por un calendario de vacaciones habitual, sino que tienen sus pequeñas ventanas que hay que aprovechar, hacían que fuera imposible compaginarlo con un trabajo normal. Afortunadamente se dieron un cúmulo de circunstancias personales, profesionales y el crecimiento de mi cuenta de Instagram (@wanderreds), donde suficiente gente seguía mis viajes como para poder monetizarlo con sponsors del sector, ahí aproveché para decidirme a tomar dos años sabáticos y dedicarme en exclusiva a viajar a los países del mundo que me faltaban.
¿Cuánto tiempo te ha llevado visitar todos los países del mundo?
Han sido 13 años desde que empecé a viajar de manera independiente con 18. Una década de viajes a 105 países utilizando mis vacaciones mientras estudiaba la carrera y trabajaba, y luego dos años a tiempo completo para los 92 países restantes. En total, algo más de cuatro años, sin incluir otros tres que estuve viviendo en Estados Unidos, Francia, Angola y Gabón.
Has debido pasarte el último año haciendo constantemente la maleta. ¿Qué no podía faltar en tu equipaje? ¿Viajabas solo o acompañado?
Mi equipaje es muy ligero. A lo largo de los años he aprendido a desprenderme de lo inútil y quedarme con lo imprescindible. Cualquier cosa que no use a diario, me sobra del equipaje. Cada objeto o prenda tiene más de un uso, y para destinos de frío suelo llevar ropa por capas en lugar de abrigos gordos que abultan. Lavo cada semana y sí, reutilizo camisetas en climas tropicales porque al final da igual, estas igual de sudado tras cinco minutos en la calle. Para mí, esenciales siempre son una cámara y mi móvil, para ir capturando momentos e historias que guardo como recuerdo y comparto en Instagram. He viajado a más de 50 países solo, pero acompañado a todos los demás. Siempre ha sido fácil inspirar a algún amigo para unirse a la siguiente aventura.
¿Cuánto tiempo pasabas en cada destino? ¿Has tenido tiempo de conocer cada lugar tanto como te hubiera gustado?
Evidentemente no. A todos nos gustaría viajar con más tiempo y con dinero ilimitado. Pero son recursos finitos y además suelen ser antagónicos. Cuando tenemos tiempo, no abunda el dinero, y cuando vamos bien de dinero no nos sobra el tiempo. Cada uno elige con sus circunstancias, en base a sus prioridades. A veces se acierta y a veces, no. Ha habido veces que el tiempo para un país se me ha quedado corto porque me ha encantado, mientras que el vecino me ha parecido menos interesante y me han sobrado los días. Es el problema de viajar con fechas cerradas y con cierta planificación. Lo bueno de visitar todos los países es que tienes una idea perfecta de cuáles te gustan y cuáles no, y puedes volver a ellos en el futuro. De media, he pasado siete días por país, pero nunca he entendido bien esas medias. No se puede comparar Liechtenstein que se ve en un día con Estados Unidos, por ejemplo.
Viajar a tantos países en tan poco tiempo parece un proyecto caro. ¿Cómo has logrado costearlo? ¿Tienes algún consejo para quien quiera hacer tantos viajes pero piense que no tiene suficientes recursos?
El recurso más preciado es el tiempo. Todos asumimos que tendremos tiempo de realizar nuestros sueños en un futuro, pero la realidad es que éste no esta nunca garantizado. Tener una vida de sueños sin cumplir y vacía de experiencias sí que es costoso. Lo económico es significativo, pero al final es accesorio. Conozco amigos que viajan a todos los países durante seis meses y trabajan de albañil la otra mitad del año para ahorrar. Es cuestión de priorizar. Es muy fácil decir que viajar es caro y que solo lo pueden hacer los ricos, y luego comprarnos un BMW, vestir a la moda, llevar relojes de marca y salir a cenar los fines de semana. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su dinero, pero si de verdad tienes un objetivo, con esfuerzo se puede viajar por todo el mundo. Hay gente que trabaja según viaja, dando clases de inglés o español en Asia, otros van a países con rentas altas donde es muy sencillo ahorrar, y algunos ahorrábamos todo lo posible de nuestro sueldo. Yo llevo 10 años con un Toyota Yaris, no me he comprado ropa en los últimos dos, y no gasto en relojes ni escapadas de fin de semana o cenas. Todo iba a mis viajes. Gasté 40.000 euros antes de que Instagram me permitiera cubrir gastos.
Algunos de los países que has visitado atraviesan situaciones difíciles, como guerras o una pobreza generalizada de recursos. ¿Has vivido algún momento de peligro?
No me gusta frivolizar con ello, ya hay suficientes prejuicios e imágenes negativas del mundo como para seguir contribuyendo. Durante mis viajes he podido comprobar que el mundo es muy seguro. Quitando cuatro o cinco países donde la situación es complicada (Yemen, Libia, Afganistán, Venezuela y Siria), el resto se pueden visitar tomando simples precauciones. Siempre cuento la anécdota de que justo a la vuelta de mi viaje a África Central, habiendo visitado estados como Sudán del Sur y la República Centroafricana sin que me pasase nada, estuvieron a punto de agredirme en la cola de un supermercado de al lado de casa, en Las Rozas (Madrid). He tenido situaciones de peligro pero no porque el peligro solo exista fuera, sino porque la vida misma entraña peligro. Estuve a punto de morir ahogado en Zanzíbar, me atropellaron en el Congo, me detuvieron en Afganistán, volví con tifus de India, con neumonía de Tayikistán. Y en todas esas situaciones, siempre tuve algo de culpa. No hay que tener miedo a viajar, la gente es buena.
Tienes un gran parecido con el futbolista Isco, ¿alguien te ha llegado a confundir con él en tus viajes?
Sí, me lo dicen siempre que salgo de España. Para alguien que no sea español, los rasgos se asemejan mucho. Tienden a vernos muy iguales y efectivamente nos parecemos. Eso me ayudó a salir de la detención en Afganistán, ya que el gobernador civil era madridista, pero también en muchos cruces de fronteras, controles de seguridad o interrogatorios. El fútbol es el mejor rompehielos, y la primera pregunta para un español es siempre: “¿Madrid o Barcelona?”.
¿Si solo pudieras volver a regresar a tres de los países visitados, cuáles elegirías y por qué?
Jajaja, esto es imposible. Es como elegir entre tus hijos. Pero si tuviera que animarme: Japón, Estados Unidos e Indonesia. No son mis favoritos, pero si solo pudiera viajar a tres, tendrían que ser destinos muy completos con un poco de todo.
Ahora que ya has logrado tu reto, ¿ya tienes alguna otra aventura en mente?
¡Claro! Viajar nunca se acaba. Ahora mismo me encuentro escribiendo mi libro: Historias de todos los países, que espero que esté muy pronto terminado. Cuando acabe volveré a visitar destinos que me encantan y a los que hace tiempo que no voy, como India, Rusia, Pakistán, China... exploraré regiones que aún no conozco como Patagonia, Alaska, Hawái y Siberia, y pondré el ojo en territorios no reconocidos como Abkhazia, Osetia del Sur, Nagorno Karabaj, Chipre del Norte o la Orden de Malta, así como otros más exóticos como Antártida, Svalbard o Groenlandia. ¡Siempre hay nuevos horizontes por explorar!