El escritor polaco Adam Zagajewski, premio Princesa de Asturias de las Letras 2017
"Una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Miłosz y Antonio Machado".
El escritor polaco Adam Zagajewski ha sido reconocido este jueves 8 de junio con el premio Princesa de las Letras 2017. El autor, que ha sido seleccionado entre 38 candidatos, recibirá 50.000 euros y la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró.
Así lo ha anunciado el jurado del premio, presidido por Félix de Azúa Comella, en un acto celebrado en el Salón Covadonga del Hotel homónimo de Oviedo y posteriormente a través de su cuenta de Twitter.
"La poesía de Zagajewski —así como sus reflexiones sobre la creación y su intenso trabajo memorialístico— confirma el sentido ético de la literatura y hace que la tradición occidental se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio. El cuidado por la imagen lírica, la vivencia íntima del tiempo y el convencimiento de que tras una obra artística alienta el fulgor, inspiran una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Miłosz y Antonio Machado", destaca el acta del jurado.
Ensayista, poeta y novelista, Zagajewski nació en Lwów (Ucrania) en 1945. Se graduó en Filosofía y Psicología por la Universidad Jagiellonica y se convirtió en uno de los poetas polacos contemporáneos más famosos, principal representante de la Generación del 68. A él se deben dos de los principales de lemas de este grupo comprometido políticamente y al que pertenecen también Kornhauser, Kipska, Krynicki o Baranczak:Powiedz prawde (Di la verdad) y Mow wprost (Habla claro).
Disidente del régimen comunista, tuvo que exiliarse de Polonia después de que se prohibiese su obra. En 1982 se trasladó a Alemania, después a París y finalmente a Estados Unidos. En 2002 regresó a Cracovia, donde reside actualmente.
Es autor de poemarios como Ir a Lviv (1985), Tierra de fuego (1994) y Retorno (2003) y de ensayos como Solidaridad y soledad (1968) y En defensa del fervor (2002). Además es coeditor de la revista literaria Zeszyty literackie, que se publica en París, ha sido profesor visitante en el Creative Writing Program de la Universidad de Houston y en la actualidad lo es en la de Chicago.
Zagajewski publicó su primer poemario en 1972, Komunikat, al que le siguió la novela Cieplo zimno (Caliente y frío). También difundió sus ideas en la revista clandestina Zapis, uno de los principales medios de la oposición democrática polaca. En 1990, ya en el exilio, publicó el poemario Plótno, una evolución hacia la contemplación poética, lejos de la combatividad de sus primeras obras.
"La poesía tiene un valor extra sólo cuando la vida humana está en peligro, cuando la sociedad está a punto de perecer", decía en una entrevista con ABC en 2015, en la que aseguraba también que para escribir poesía se necesita un impulso, "que se tiene o no se tiene". "No se puede enseñar ese impulso. Es un don, y no se puede enseñar. Pero si tienes la suerte de tener ese don hay mucho trabajo que hacer", aseguraba entonces el nuevo Princesa de Asturias de las Letras.
Sobre su obra, la crítica ha destacado la música y luminosidad de su voz literaria. Entre sus temas recurrentes están la noche, los sueños, el tiempo, la eternidad, el silencio y la muerte. El polaco ha citado en diversas ocasiones a Antonio Machado como fuente de inspiración. "Su Autorretrato tiene una influencia poderosísima en mí, con ese final en el que habla de la muerte y hace alusión a esa desnudez de quien se va. A mí me fascina en Machado, y en general en los buenos poetas, su capacidad para pasar de una situación real a una situación trascedente, absoluta. Machado no era un poeta estrictamente religioso, pero sí hay en su poesía muchos elementos de esa trascendencia", contó en una entrevista con El Cultural en 2014.
En esa ocasión también habló de su faceta como ensayista y marcó la diferencia con la poesía, "una obra de arte". "Sin embargo el ensayo es en este aspecto más amorfo, se sitúa entre una idea y unos elementos narrativos; digamos que es un género fronterizo", lo definía. "Son diferentes en el aspecto temporal: la poesía surge en un momento creativo muy intenso mientras que el ensayo requiere una maduración. Es la suma de diferentes momentos de reflexión".
Algunas obras suyas posteriores son el ensayo Dwa miasta, 1991 (Dos ciudades, 2006), los poemarios Ziemia ognista (Tierra de fuego, 2004), Trzej aniolowie, 1998 (Tres ángeles), Pragnienie, 1999 (Deseo, 2005), Anteny, 2005 (Antenas, 2007), Niewidzialna reka, 2009 (Mano invisible, 2012), calificado como "una maravilla", el libro de memorias W cudzym pieknie, 1998 (En la belleza ajena, 2003) y la recopilación de ensayos Obrona zarliwosci, 2002 (En defensa del fervor, 2005). La última obra publicada en España esReleer a Rilke (2017), del que la crítica ha dicho es "una verdadera declaración de amor" y un "libro esencial para comprender la obra de este autor de una manera genérica y particular".
Además del Princesa Asturias, Zagajewski cuenta con otros galardones como el Premio literario de la Fundación Kościelski (1975), Premio Tucholsky (1985), Premio de la libertad del PEN Club francés (1987), Premio Internacional de literatura Neustadt 2004 y Lifetime Recognition Award del jurado del Premio Griffin Poetry en 2016. En 1999 fue elegido miembro de la Academia de Artes de Berlín y en 2012 recibió el título de doctor honoris causa por la Universidad Jagellonne de Cracovia. También cuenta con la Medalla de bronce de la Cruz Polaca del Mérito y la Cruz de Oficial de la Orden Polonia Restituta.
Este 2017 ya se han dado a conocer otros cinco de los galardonados en diferentes categorías: en Artes, el sudafricano William Kentridge; en Comunicación y Humanidades, Les Luthiers; en Ciencias Sociales, a la escritora Karem Armstrong; en Cooperación Internacional, la Hispanic Society; y en Deportes la Selección de Rugby de Nueva Zelanda.