El emocionado homenaje de Joaquín Sabina a Almudena Grandes en el Teatro Español
La escritora ha recibido este lunes el título de Hija Predilecta de Madrid a título póstumo.
Almudena Grandes ya es Hija Predilecta de Madrid. La escritora ha recibido el reconocimiento a título póstumo este lunes en el Teatro Español, donde su viudo, Luis García Montero, y sus hijos, han recogido la distinción.
En el teatro madrileño no han faltado cientos de lectores que han hecho cola a pesar del calor para no perderse el homenaje a la autora, pero sí ha habido una ausencia notable, la del alcalde José Luis Martínez-Almeida, que ha aludido “problemas de agenda”.
El poeta ha agradecido al Ayuntamiento la distinción y a todos los admiradores de la escritora el cariño que le han mostrado en estos últimos meses, desde el fallecimiento de Grandes el pasado noviembre. “La emoción de la gente poco a poco va haciendo que vayamos encontrando sentido a una vida en la que nos hemos quedado flotando”, ha reconocido García Montero desde el escenario.
El patio de butacas se ha puesto en pie para aplaudir a la autora, con una ovación de varios minutos. García Montero y el resto de la familia han estado arropados de otras personalidades de la cultura como Blanca Portillo, que ha leído parte de la obra de Grandes, o Joaquín Sabina, gran amigo del matrimonio.
El artista ha recordado la obra de la madrileña, su larga amistad, su pregón en las fiestas de San Isidro, y ha dejado una frase para el recuerdo que ha emocionado a los presentes. “Ustedes no saben por qué voy siempre con sombrero. Estaba esperando el momento para quitármelo en honor a Almudena Grandes”, ha exclamado retirándose el sombrero que llevaba en la cabeza y abandonando el escenario.
Sobre el escenario del Teatro Español también ha sonado el piano de Rosa Torres-Pardo, que ha interpretado junto a Luis García Montero un fandango que crearon hace años para homenajear a Madrid.
Tampoco ha faltado la escritora Marta Sanz, que ha leído un texto para homenajear a Almudena Grandes y al Madrid que tanto quería y conocía, haciendo un repaso a obra literaria de la autora.
García Montero ha vuelto a subir al escenario para cerrar el acto haciéndolo de la mejor manera posible, recitando dos poemas, uno dedicado a la ciudad de Madrid y otro de amor, titulado La inmortalidad. El poeta lo escribió pensando en cómo se sentiría Grandes cuando él muriera y, como ha lamentado, “ha sido al revés”. El autor ha querido leerlo para, de nuevo, agradecer a todos los presentes el cariño.