El 'efecto Olona': sólo 100.000 votos más y sin 'cara de vicepresidenta'
La candidata de la ultraderecha, que pregonaba un 'macarenazo', se queda muy lejos de las expectativas.
“Vaya cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan”. Estas fueron las primeras palabras de Santiago Abascal, líder de la formación de extrema derecha Vox, tras las elecciones en Castilla y León en las que su partido lograba 13 escaños, doce más de los que había obtenido en los últimos comicios.
Se refería a Juan García-Gallardo, quien exigió en las negociaciones posteriores ser vicepresidente del Gobierno regional, algo a lo que Alfonso Fernández Mañueco, ganador de las elecciones, accedió para poder obtener la mayoría necesaria para gobernar.
Bajo esa premisa se presentó a las elecciones andaluzas Macarena Olona. Es más, durante uno de los debates electorales, la candidata de la ultraderecha tendió la mano a Juanma Moreno Bonilla y se lo dijo claro: “Si tan sólo necesita un escaño o la abstención de Vox para ser presidente, no lo va a ser si Vox no está dentro del Gobierno, y no es una cuestión de cargos públicos, sino de que o estamos dentro o no cumple lo firmado”.
De hecho, Olona llegó a ofrecerle al candidato del PP ser su vicepresidente, confiada en lograr un gran resultado, hablando incluso de la mayoría absoluta.
Caprichos del destino, esa mayoría absoluta la ha obtenido este domingo Moreno Bonilla y Olona y Vox, que esperaban lograr un resultado histórico, apenas mejoran los obtenidos en 2018.
En las caras de los dirigentes de la ultraderecha se notaba esa decepción cuando les ha tocado subir al escenario a agradecer el apoyo y valorar los resultados.
Porque el ‘efecto Olona’, el ‘macarenazo’, se ha traducido en apenas 100.000 votos más para Vox y 14 escaños, apenas dos más que los que ya tenían en el Parlamento Andaluz, cuando quien se presentaba era el desconocido y polémico juez Francisco Serrano.
La candidata que se empadronó en Salobreña, en la casa del presidente de Vox en Granada, para ser candidata y lograr con su sola presencia ser un revulsivo, ha perdido votos en lugares donde Vox irrumpió con muchísima fuerza en 2018, como en El Ejido (Almería), donde ha caído en 200 votos y donde el PP casi le ha doblado en apoyos.
Aun así, en esa provincia, Almería, es una de las dos en las que ha sumado diputados junto a Granada, donde el partido de extrema derecha ha logrado más aumento de votos respecto a los anteriores comicios: casi 17.000 más.
Pero el macarenazo que pregonaba Vox durante la campaña no ha terminado de concretarse y se hace más palpable si uno compara los resultados de este domingo con los obtenidos por la ultraderecha en las últimas elecciones generales.
Porque en noviembre de 2019, Vox obtuvo un total de 869.909 votos, el 20,6%, empatando casi con el PP.
Este domingo, Olona ha logrado 376.000 votos menos, sumando casi 495.000 y apenas un 13,4% de los apoyos.
Y el PP con el que casi empataba en las generales y al que la candidata de Vox le ofrecía la vicepresidencia, le saca ahora más de un millón de votos.
No es de extrañar que Juanma Moreno haya aludido tanto a la “humildad” y a la “serenidad” como claves de su éxito electoral.