El efecto mariposa de la solidaridad
Estos días en las redes sociales ha corrido como la pólvora un texto que subrayaba la calidad humana, la fuerza y la enorme solidaridad que demuestran las personas en momentos verdaderamente críticos. A veces se es solidario por convencimiento, otras por impulsos, incluso por desesperación, pero de todo eso al final, trasciende lo verdaderamente importante que es el hecho de que ocurra. Y es que, tal como decía Paulo Coelho, "las pequeñas cosas son las responsables de los grandes cambios".
Si algo bueno ha traído la crisis ha sido que con ella también llegó la empatía. Algo que se refleja en las miles de donaciones que reciben diariamente las campañas de recaudación de fondos, especialmente si están relacionadas con enfermedades. Un ejemplo claro es el caso deSoraya.
Esta andaluza de 33 años sufre Leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer muy resistente y de mal pronóstico, que le fue diagnosticado en el 2014 y tras duros tratamientos e infinidad de operaciones ha vuelto a aparecer de nuevo, pero esta vez, mucho más agresivo. Su estado de salud es tan débil, que la única opción que barajan los médicos es la de someterla a un tratamiento cuyo alto coste necesita de la aprobación del hospital donde la tratan; lo que implica gastar un tiempo del que, por desgracia, no dispone. Conscientes de que el tiempo se acaba y de que necesitan el dinero de manera urgente, sus familiares lanzaban hace unos días una recaudación de fondos para poder costear el tratamiento sin necesidad de esperar una resolución burocrática de la que no tienen ninguna certeza. Lo que no podían imaginarse cuando la crearon era la ola de solidaridad que crearía el crowdfunding, que en pocos días ha conseguido cerca de 37.000 euros.
Pero no sólo Soraya necesita ayuda, como ella otras muchas personas esperan una muestra de solidaridad para poder ver la luz al final del túnel. David, es uno de ellos. Quien lo conoce lo describe como una persona luchadora y alegre. Sin embargo, su vida cambio radicalmente al enterarse de que padecía leucemia mieloide aguda. Hoy es una persona felizmente trasplantada, la recuperación está siendo positiva y se encuentra con más fuerzas que nunca para seguir adelante. Sin embargo, le quedan muchas barreras que superar, y aún necesita ayuda. Ahora, que ya ha vencido a la enfermedad, le toca lidiar con los daños colaterales: los gastos adicionales del cáncer, y el agujero en su cuenta corriente por haber estado de baja laboral. Así pues, tiene ante sí una nueva vida, pero también una gran dificultad. Por ello, hoy más que nunca David pide colaboración a través de un crowdfunding para poder comenzar a sanear sus cuentas e iniciar así su nueva andadura vital con el apoyo de todos.
Hay otros luchadores que, sin embargo, buscan solidaridad sin ser siquiera conscientes de la batalla que están librando. Sus familias son las encargadas de lanzar la llamada de auxilio. Nico nació con 38 semanas de gestación, sufrió un fallo multiorgánico y padece Tetraparesia Espástica, un tipo de parálisis cerebral que le ha ocasionado, además, complicaciones auditivas y visuales. Vive a 70 km del centro donde asiste semanalmente a sus terapias y sus familia no cuenta con un coche adaptado para los trayectos. Cada día es un reto, pero sus padres no se rinden. Están dispuestos a mover cielo y tierra para ayudar al pequeño, pero para eso necesitan un apoyo económico importante. El caso de Marcos no es muy diferente, tiene 14 años y padece cifoescoliosis (una desviación severa de la columna vertebral), parálisis cerebral y sufre crisis epilépticas con frecuencia. Sin embargo, a todo esto hay que añadirle otro problema: el adolescente vive en una casa sin adaptar, por lo que cualquier movimiento se convierte para sus padres, que lo asisten las 24 horas, en toda una maniobra de ingeniería. Una situación que les ha llevado a pedir ayuda urgente para comprar una vivienda adaptada, en la que Marcos pueda tener una vida digna.
Iniciativas como estas, con nombres y apellidos, son uno muestra de lo importante que son los pequeños gestos: una sonrisa, una palabra de apoyo o una donación por pequeña que sea puede cambiar la realidad de quienes nos rodean y está en nosotros conseguirlo. Porque cualquier viaje, por complicado que sea, empieza siempre por un primer paso.