El doble rasero del Gobierno en su trato a los emigrantes españoles

El doble rasero del Gobierno en su trato a los emigrantes españoles

Pedro Sánchez, durante la sesión de investidura. OSCAR DEL POZO via Getty Images

Una vez más, la emigración entró por la puerta de atrás en la primera sesión de investidura el pasado lunes en boca del candidato a presidente, Pedro Sánchez.

El Sr. Sánchez reiteró su interés (¿por qué no se ha solucionado ya?) por retirar el desastroso sistema del voto rogado. Como se nos comentó en su momento, faltaron 15 días de la anterior legislatura para haber aprobado el cambio que hubiese facilitado la forma en que los emigrantes votamos en el exterior, retirando todas las trabas y todos los obstáculos presentes en el sistema actual.

Pero los emigrantes no somos solo voto rogado, no. 

Quizá nos han faltado otros 15 días para materializar lo que quedó plasmado en el programa electoral del PSOE en temas de nacionalidad, siguiendo las pautas de lo que ya había expresado cientos de veces el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE). Pero una vez más, el silencio de ‘el que calla otorga’ fue la nota dominante en esta orquesta de despropósitos.

La negociación fallida en la que se ofertó la Secretaría de Estado de Migraciones y la Secretaría General de Inmigración y Emigración, podría haber puesto en manos de Podemos estas administraciones que, según mi humilde opinión, nos habría hecho ganar en visibilidad. 

Quizás esta Secretaría de Estado de Migraciones, en su afán de servir como escaparate de lo que Podemos pudiera haber llegado a hacer en el Gobierno, habría actuado de manera más determinante en la defensa de los emigrantes, en vez de representar solo los intereses de los políticos. Es decir, hacer honor a su nombre, preocupándose de la defensa de los intereses de los emigrantes para así mejorar nuestras vidas.

Pero en el discurso de Pedro Sánchez Castejón hubo un tema comodín que decidió usar como uno de los grandes atractivos de las acciones a llevar a cabo en la nueva legislatura: el retorno de emigrantes, pero no de todos. 

Su discurso no tenía como objetivo a los emigrantes, los que tenemos que retornar, los que en muchos casos quieren volver a su país con su familia. No. El discurso estaba dirigido a los españoles de a pie en España.

El Gobierno español es muy inteligente dividiendo a los emigrantes españoles por sectores, haciendo el trabajo sucio de sesgarnos en emigrantes de primera y de segunda...

Este Gobierno se ha querido centrar en el esfuerzo de atraer a los investigadores y científicos… y esto en realidad vende y mucho.

Vende porque sabe que la estructura empresarial de I+D+i en España es tercermundista y que, sobre todo, atraer a estos emigrantes no va a ser fácil. Es una propuesta sin posibilidades, con la boca pequeña.

Y sabe que no será fácil porque las condiciones laborales en países como Alemania, Suiza, Suecia, y Reino Unido, entre otros, son imbatibles. Al final, el esfuerzo del retorno no lo hace el Gobierno. El esfuerzo recae en estos investigadores que pondrán en la balanza, familia/amigos/vivir en tu país, contra salario/progresión laboral/medios a tu alcance/reconocimiento.

En España, decir que quieras que vuelvan los investigadores son palabras vacuas. No suena a amenaza para los asalariados que ya viven en nuestras fronteras, ya que no va a haber miles de españoles haciendo las maletas de vuelta, y este sector no es representativo.

Si hubiera dicho el Gobierno que pretende atraer a los miles de españoles trabajando en hostelería y restauración, sí que ya hubiese habido lobbies en España que habrían levantado la voz, diciendo que no, que el sector turismo no da para más… y que de hecho es mejor se queden poniendo cafés en Starbucks en Berlín, o limpiando habitaciones en Kensington… para ellos no hay Plan Retorno ni se le espera.

Pero esto solo refleja en parte la aspiración del país a ser moderno. A dejar la España de Paco Martínez Soria aparcada en la cuneta, y a empezar a parecernos un pelín más a aquellos países que sí invierten en estructuras industriales de progreso.

El discurso de Pedro Sánchez es también en parte debido a que los investigadores y científicos en el exterior son más listos, y se asocian como colectivo para defender sus intereses. Desde el 2014 empezaron a florecer distintas asociaciones de científicos en el exterior, con CERU (Asociación en el Reino Unido) como cabeza de pelotón. A día de hoy 16 asociaciones consolidadas en la red RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior) canalizan las voces de más de 3.500 investigadores y científicos que trabajan, viven y sienten fuera de las fronteras de nuestro país. Ellos lograron presentarse en el Congreso de los Diputados hace poco más de un año. Los científicos son capaces de vender su producto, un colectivo que es valorado en el exterior, que son ejemplo de excelencia, creatividad, y profesionalidad, y que deja el pabellón español alto.

Los investigadores han logrado su lugar, pero el resto de emigrantes no tienen la fuerza con voces sectoriales como ellos, y si no llevas tu voz a Madrid, no existes. No esperen esfuerzo del Gobierno por saber nuestras necesidades… como emigrantes, las decimos alto y claro, o pretenderán hacernos creer que no existimos.

El Plan de Retorno, al igual que hace hincapié en los investigadores, debería dar las mismas oportunidades a nuestros profesores, baristas, limpiadores, transportistas y albañiles…

El pabellón español también lo dejan muy alto el resto de españoles en otros campos, muchos cualificados, y otros no cualificados, pero igual de importantes para sus países de acogida. El Gobierno español es muy inteligente dividiendo a la emigración española por sectores, haciendo el trabajo sucio de sesgarnos, consciente o inconscientemente, en emigrantes de primera y de segunda, como si de vagones de un tren se tratara.

Los emigrantes no nos beneficiamos de separaciones elitistas que no llevan a nada. El Plan de Retorno, al igual que hace hincapié en los investigadores, debería dar las mismas oportunidades a nuestros profesores, baristas, limpiadores, transportistas y albañiles…

Pedro Sánchez Castejón, el PSOE es un partido (o debería ser) que se preocupa por los trabajadores. Preocúpese por todos ellos.

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