El diario 'Liberátion' habla claro como nadie sobre las consecuencias que puede haber en España
Los medios extranjeros se hacen eco de lo ocurrido con el Constitucional.
El diario francés Libération ha publicado un artículo en el que explica que el Tribunal Constitucional, “controlado por conservadores”, ha “bloqueado una reforma legal propuesta por los socialistas”, en una decisión que supone “la culminación de un enfrentamiento que comenzó en 2018”.
El rotativo no duda en afirmar que “esta parálisis sin precedentes debilita la democracia española”. De hecho, explica que España ha vivido desde el final de la dictadura tres “grandes crisis institucionales” que han “hecho peligrar su marco democrático”.
La primera, según señala, se produjo en febrero de 1981, con el intento de golpe de Estado. La segunda, indica, ocurrió en septiembre de 2017, cuando “los separatistas catalanes votaron leyes inconstitucionales en el Parlamento” para “preparar una independencia que duraría solo unos minutos al mes siguiente, epílogo de un referéndum ilegal y castigado por Madrid”.
La tercera gran crisis, según Libération, está teniendo lugar ahora, después que el Constitucional haya “impedido que una ley sea votada en las Cortes alegando que dicha ley pretende modificar las normas que rigen en este mismo tribunal”.
Además, cita al catedrático de derecho constitucional Javier García Fernández, que señala que “vivimos un momento excepcional en el que ya no se respeta el equilibrio y la separación de poderes, y donde la soberanía popular es pisoteada por un poder judicial que quiere ser hegemónico”.
Libération no es el primer gran medio extranjero que analiza la situación en España. The Economist señalaba recientemente que el país vive el “mayor lío institucional desde hace años”.
El semanario británico concluye que “España no está en peligro de dictadura”: “Más bien, como en Estados Unidos y en otros lugares, sus partidos están jugando duro constitucionalmente, luchando por controlar la corte que determina las reglas del juego político”.
Además, recuerda que el año pasado, el índice de democracia rebajó a España a una “democracia defectuosa”, principalmente debido al enfrentamiento sobre los jueces.
“España está cayendo en una espiral de hiperpartidismo. Los españoles dicen que valoran a los políticos con sentido de estado. Mientras lo exijan de sus oponentes y no de su propio lado, es probable que cambie poco”, pronostica The Economist.