El cuñadismo de Ciudadanos en Madrid
Ayuso no tiene piedad con Aguado, le deja más tirado que a una colilla. Por eso en la Asamblea no se entiende qué está jugando Ciudadanos.
Ignacio Aguado, el vicepresidente de Isabel Díaz Ayuso (IDA), quería ‘venderse’ como el conseguidor de un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid, que sirviera de base a toda España. Un hombre con intereses de Estado por encima de las luchas partidistas. La realidad, sin embargo, le sitúa en el mejor de los casos en un limbo donde los no natos flotan ajenos al mundo cruel. Cada vez que da un paso, Ayuso le desautoriza sistemáticamente, y a él se le vuelve a congelar el rostro con la boca entreabierta como si fuese a decir algo y de pronto se le fuesen las ideas. Aunque detrás del papelón se pueden estar sentando las bases para una moción de censura en la capital.
“Es muy cuñao. Le ilusiona hacerse fotos como si fuese el gran mediador. Se cree más listo de lo que es. La prueba es que Ciudadanos negoció con el PP quedarse con consejerías que no pintan nada, como Transparencia y Deportes. La única que tiene presupuesto es Transportes, que se la han dado al que es menos de Ciudadanos, Ángel Garrido, que estuvo 18 años en el PP”, asegura un diputado de Más Madrid en la Asamblea.
En la Presidencia de la comunidad no tienen piedad con él. Le dejan que se siente en mesas de negociación y se haga la foto como si hubiera logrado un hito. Y a las pocas horas Ayuso le deja más tirado que a una colilla. Por eso en la Asamblea de Madrid se entiende tan poco a qué está jugando Ciudadanos.
Hay diputados progresistas que creen intuir que Arrimadas está negociando con Sánchez una moción de censura encabezada por Aguado. Y que desde Ciudadanos se está tratando de trasladar la imagen de que están haciendo lo humanamente posible para que la presidenta reaccione y tome medidas. Así será más fácil justificar la moción ante la inacción y la parálisis del Gobierno regional. “Que ayer Ayuso sentase a negociar con el ministro Illa a Aguado y a Ruíz Escudero -consejero de Sanidad-, con el que no se habla, fue revelador. No había nadie de su confianza en esa mesa y era una barbaridad pensar que en otras comunidades fuesen a aceptar que su destino lo decidiera otro gobierno regional”, dice un atónito diputado socialista de Madrid.
La idea de que Arrimadas está cogiendo el rumbo que necesitaban para resucitar ronda tanto a derecha como a izquierda del partido que se desangró en las últimas generales. Con el puñado de diputados nacionales que le quedan tiene que actuar y demostrar que es esencial en el tablero político o acabará convertida en un apéndice de Vox y el PP. “Si hubiera una moción de censura y Aguado resultara presidente, ganarían influencia, ahora que te están regando de millones y vas a poder aumentar el gasto social, que es algo que llega a los ciudadanos”, aduce una diputada de Más Madrid. Lo que les haría difuminarse sería no apoyar los Presupuestos del Gobierno y continuar sosteniendo a Ayuso. “Sería como repetir la escena de Colón, pero sin foto”, añade la misma diputada.
En el PP nacional no saben cómo hacer desaparecer a Ayuso sin que arrastre a Casado. “El propio Almeida en privado se esfuerza por dejar claro que no le gusta cómo se están haciendo las cosas en la comunidad, el tema es que no tienen repuesto. Con Cifuentes ya quedó claro cómo se deshace el PP de sus ’problemas”, comenta un asesor de Aguado.
Los intereses de Inés Arrimadas e Ignacio Aguado no son necesariamente confluyentes. Aguado tiene aspiraciones propias: le faltó tiempo para proponerse cuando dimitió Albert Rivera sin haber hecho ni tan siquiera recuento de los apoyos internos.
Sin embargo, hay datos que muestran que la idea de tender puentes, renta. Y eso, ambos lo saben. “La bronca y la falta de unidad es nefasta para tanto para el PP como para el PSOE; la demanda de unidad en todos los sondeos que se realizan es total, sin fisuras. Y con esa exigencia, no está nada claro que la postura del Gobierno, de La Moncloa, este favoreciendo al PSOE”, explica una solvente socióloga.
La postura que ha mantenido Ciudadanos desde que estalló la pandemia le estaba haciendo recuperar votos por el centro y centro-izquierda. Seguir sosteniendo a Ayuso le puede costar esos votos.
“Ignacio está trabajando muy bien. Su papel desde el principio es intentar solucionar las cosas y tender puentes. Fue de los primeros en pedir que se hicieran test masivos, no dudo en reclamar la ayuda de la UME, en pedir rastreadores, en proponer abrir IFEMA, en hablar con Defensa… mientras en la comunidad arrastraban los pies”, repasa un diputado nacional de la formación naranja muy próximo al vicepresidente de Madrid. El guion está preparado, solo falta ver cómo acaba el peliculón.