El crítico mensaje de los obispos españoles a quienes llaman MENAS a los menores migrantes: "Está cargado de deshumanización"
La Conferencia Episcopal ha publicado una guía para acompañar a los menores migrantes y "atender sus necesidades".
Los obispos españoles rechazan el término MENA para referirse a los migrantes menores de edad no acompañados y piden no usarlo para no “deshumanizar” a un colectivo “expuesto a un grave riesgo de desamparo”. Así se recoge en la guía que ha presentado este martes el departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE),.
El obispo auxiliar de Madrid y responsable de Migraciones de la CEE, José Cobo, ha explicado que “cuando escuchamos tanto que se les llama MENAS, cada vez nos duele más, ese nombre ha derivado y se les ha cargado de deshumanización porque se les etiqueta y criminaliza pero, en realidad, son niños y niñas vulnerables en situaciones extremas”.
“Con esta guía queremos decir a nuestra sociedad quiénes son: niños y niñas, adolescentes que están solos y expuestos a un grave riesgo de desamparo, y que buscan un hogar”, explica el religioso natural de Sabiote (Jaén).
El texto pretende ir más allá de la denominación del colectivo, con una carga peyorativa lanzada que lleva tiempo utilizando la ultraderecha como parte de su campaña. También busca dar respuesta a cómo actuar ante situaciones que se están encontrando en sus entornos los sacerdotes y responsables de migraciones diocesanos.
El obispo auxiliar de Madrid ha remarcado que hoy hace falta decir que “buscar un hogar no es un delito, sino un derecho humano y ante una cultura que pretende falsear muchas cosas”, es necesario poner “rostro” a estos niños y explicar qué les empuja a migrar.
“Con esta guía queremos ponernos en sus zapatillas y en las de sus familias y motivar una pastoral en nuestras diócesis para atender, acompañar e incluir desde las necesidades que nos plantean”, ha subrayado el obispo Cobo, apostando por impulsar un modelo de acogida distinto con un “acompañamiento, sin ideologías”.
También ha lanzado una crítica a las leyes que “permiten” que estos menores “sean rechazados cuando llegan a los puestos fronterizos” y ha lamentado que “no tienen acceso a escucha, a opinar o ser informados”. Además ha advertido de que el sistema normativo español les deja “en el último de los limbos, entre la ley de extranjería y la ley de protección a la infancia”.