El casi inapreciable detalle en el discurso de Carlos III que hace enloquecer a muchos en el Reino Unido
Muy significativo.
El primer discurso de Carlos III como rey se está analizando al detalle en todo el mundo, especialmente en el Reino Unido, donde periódicos y expertos se fijan no solo en el contenido, sino también en la puesta en escena.
Y, ahí, hay un detalle que están destacando masivamente. En el escritorio, el monarca había colocado un jarrón que tenía tres corgis en la base. Un clarísimo guiño a su madre, la fallecida Isabel II, que era una gran amante de esos perros.
El Daily Mail destaca que ese objeto perteneció a la reina y que, de hecho, previamente estuvo expuesto en su sala de audiencias.
No se sabe con exactitud la cantidad de perros de esta raza que tuvo, aunque se calcula que fue dueña de más de 30. El primero de ellos fue Susan, un cachorro que le regaló su padre al cumplir los 18 años. Fue un amor a primera vista. Tal es el cariño que sentía por su perra, que llegó a llevársela de luna de miel cuando contrajo matrimonio con Felipe de Edimburgo, con apenas 21 años.
En su discurso, Carlos III ha destacado que su madre, Isabel II, tuvo “una vida bien vivida” y, con “dolor” por la pérdida y “gratitud” por la dedicación de su madre durante siete décadas de reinado, ha renovado el compromiso de por vida que ella asumió al ascender al trono.
Con la “inspiración” y el “ejemplo” de la difunta reina, Carlos III toma las riendas de un palacio que, como ha recordado, supone un punto de referencia no solo para Reino Unido sino también para el conjunto de la Commonwealth.
El nuevo monarca, que ha agradecido las muestras de pésame y apoyo, ha recordado a su madre como una “inspiración” y un “ejemplo” tanto para la familia como para el conjunto de la ciudadanía, en un histórico primer discurso a la nación en el que ha hablado junto a una fotografía enmarcada de Isabel II.
Carlos III ha enfatizado que el mundo ha cambiado en 70 años, desde los años de posguerra hasta la actualidad, pero ha abogado por mantener constantes los valores y ha apuntado que “los deberes de la monarquía también continúan”, ahora con él al frente.