El cabreo de Nadal por lo que ha pasado nada más comenzar la final de Roland Garros
Ha sido visible su malestar, pese a las risas del público.
Rafa Nadal no ha comenzado como le gustaría la final de Roland Garros ante el austriaco Dominique Thiem.
Cuando el partido apenas transcurría en el tercer punto del primer juego, un bebé ha comenzado a llorar desconcentrando a los jugadores e interrumpiendo el partido.
Las risas del público contrastaban con la seriedad de Nadal, que, exasperado, ha botado con rabia la pelota al ver que no podía sacar con tranquilidad.
Tras hacer un comentario al juez de silla, éste le ha tranquilizado y el partido ha podido continuar tras casi un minuto interrumpido.
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