El miércoles 30 de agosto, adelantándose un día a las conmemoraciones oficiales, los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra quisieron rendir homenaje a su madre, Diana de Gales. Los hijos de la princesa del pueblo —fallecida el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en el túnel del Puente del Alma, en París— quisieron así guardarse la fecha del fallecimiento para ellos, pero a la vez mostrar su amor y admiración por su madre.
Los príncipes inauguraron una zona del jardín del palacio de Kensington (que fue la residencia oficial de su madre y que ahora es la suya propia) rebautizada como White Garden y depositaron ramos de flores en las puertas del palacio. Junto a ellos, y en un discreto segundo plano, estuvo la esposa de Guillermo, la duquesa Catalina. Se pudo ver a Kate junto a su marido y su cuñado —y cubierta con un paraguas, al igual que ellos— en este nuevo jardín. Ella, a su manera, también homenajeó a su suegra.
Como ha podido ficharuna usuaria de Twitter, Kate llevó un vestido muy similar a otro que había llevado Diana a mediados de los años ochenta, en su primera etapa como princesa: un diseño verde con estampado de pequeñas flores, de manga larga y lazada al cuello, un detalle que Diana usó mucho en su ropa.
Catalina de Cambridge, en el homenaje a Diana de Gales en el palacio de Kensington, en Londres, el 30 de agosto de 2017.Karwai Tang via Getty Images
Catalina de Cambridge, en el homenaje a Diana de Gales en el palacio de Kensington, en Londres, el 30 de agosto de 2017.Max Mumby/Indigo via Getty Images
El vestido de Kate estaba firmado por Prada, en la primera ocasión que la duquesa viste de la firma italiana, y ha sido muy alabado por los especialistas. Este diseño puede encontrarse en varias webs por entre 1.600 y 2.300 euros. Las flores de esta creación, además, de Prada eran amapolas, la flor que se usa en Reino Unido para conmemorar a los caídos