El bloque de Melenchon presenta una moción de censura contra la primera ministra
Justifica que está "tratando de mantener viva la democracia parlamentaria”.
Jean-Luc Melenchon cumple sus amenazas y después del anuncio finalmente ha presentado la moción de censura contra la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, tras no someterse al voto de confianza de los diputados para comenzar su mandato.
“No hay otra democracia parlamentaria donde un primer ministro, frente a los diputados, no se someta a un voto de confianza”, ha denunciado el líder de la oposición en redes sociales.
Según ha compartido, Melenchon junto a su coalición La Francia Insumisa (LFI) han presentado la moción de censura porque “estamos tratando de mantener viva la democracia parlamentaria”.
Hace unas semanas, Borne decidió no someterse al juicio político de los diputados porque no había conseguido apoyos de la oposición para obtener la mayoría absoluta.
“La primera ministra no se someterá a una moción de confianza”, anunció el nuevo portavoz del Gobierno, Olivier Véran, en conferencia de prensa al final del primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo.
En esa misma intervención, también insistió en que ya se han dado varios otros casos de primeros ministros que tampoco se sometieron a ese voto de confianza y, sobre todo, puso el acento en que el grupo parlamentario que apoya a Macron es “el único capaz de obtener una mayoría en la Asamblea Nacional”, aunque sea “una mayoría relativa”.
“Eso significa que vamos a trabajar texto por texto”, señaló el portavoz, que añadió que tienen “la mano tendida” a otros partidos de la oposición para “reformar el país” y aplicar el programa de Macron, del que recordó que ganó las presidenciales en abril.
También dio por hecho que algunos textos conseguirán un gran consenso, mientras que otros recibirán apoyos bien de la izquierda bien de la derecha, y dijo estar convencido de que nadie tiene interés “en el bloqueo del país”.
En Francia, es el presidente de la República el que nombra al primer ministro, que formalmente no está obligado a pasar por el filtro de un voto parlamentario para ejercer su cargo, aunque en la práctica necesita conseguir apoyo de mayorías para sacar adelante sus proyectos legislativos.