El bienestar animal: asignatura pendiente
Queremos que quien torture y mate a un animal pise la cárcel. Queremos que quien lo abandona pague una multa cuantiosa.
Que a los españoles les preocupa la protección y el bienestar de los animales es un hecho. Los casos de maltrato, tortura o muerte de animales reciben el rechazo de la mayoría de la sociedad.
La clase política, a la hora de plasmar en normas dicho sentir, es lenta. Es lenta porque no suele percibir esta como una de esas preocupaciones, es lenta porque la maquinaria legislativa es lenta por segura y, en esta última etapa, es lenta porque los avances se han visto tumbados por las disoluciones anticipadas de las cámaras.
En 2017 Ciudadanos trajo al Congreso de los Diputados una propuesta para que los animales de compañía dejasen de ser considerados bienes patrimoniales en el Código Civil, en definitiva, cosas. Fue aprobada por unanimidad, para decaer con el adelanto electoral. Hubo quien hizo burlas sobre la propuesta, pero no tenía representación en el Congreso. Ya la tienen. La propuesta ha vuelto y la unanimidad ha desaparecido, porque Vox está en contra.
Los hechos son que la ley considera a los animales de compañía como susceptibles de embargos, como parte de la masa de una herencia, como el equipaje en un accidente de coche o como el televisor en caso de un incendio. Es cierto que el sentido común suele impedir que esto se dé habitualmente y los funcionarios españoles no atienden a esta norma obsoleta y decimonónica, pero la ley no se corresponde con la realidad.
También se dan casos como el hecho de que alguien abandona a un animal en el interior de un domicilio para dejarlo morir de hambre y sed, la policía o los bomberos no pueden acceder, porque no hay autorización judicial por el hecho de que prevalece la inviolabilidad del domicilio frente a un ser que es como la nevera de cara a la ley.
Por otra parte está lo barato que resulta el torturar y maltratar a un animal. El paradigma de la anomalía que contiene la normal penal en España es el siguiente: hubo una ‘protectora’ en la Costa del Sol que tenía la contrata pública de recogida y albergue de animales abandonados. Cobraba por cada ejemplar. Como las instalaciones se llenaban, los sacrificaba.
El método era brutal: suministraba eutanásico insuficiente para ahorrar. De este modo, los animales agonizaban durante horas, muchos eran introducidos en los congeladores para cadáveres todavía con vida. Cuando los investigadores del Seprona accedieron a las instalaciones donde se realizaban estas prácticas, demostraron que, por este método, se habían exterminado a 2.183 animales.
El juez condenó a 3 años y 9 meses de prisión a la persona que regía el lugar. La condena estaba conformada del siguiente modo: por falsificar documentos y la firma de un veterinario —algo que hacían para justificar las eutanasias— dos años y 9 meses. Por exterminar mediante tortura y maltrato a 2.183 animales, un año de cárcel.
El juez y la fiscalía que llevaron este asunto, ante el horror que conocieron, pidieron que se elevaran las penas para casos así. Y es lo que pedimos en Ciudadanos.
También queremos que personas como estas no puedan volver a tener un animal ni a trabajar con ellos. Para ello proponemos un registro de infractores.
Otra de las cuestiones es el abandono. Más de 300.000 animales fueron abandonados en 2019, que es el último dato que conocemos a fecha de hoy. Hay que fomentar la adopción, porque la mayoría de estos animales terminan en protectoras y zoosanitarios.
Pero además hay que limitar la cría, fomentar la esterilización y prohibir la exposición para venta en escaparates, evitando la compra por impulso. Es bien conocido que el animal que se compra en Navidad, se abandona en verano para irse de vacaciones.
Proponemos igualmente un banco nacional de chips que faciliten la identificación de los animales perdidos en todo el territorio. Hoy si un animal está en una comunidad que no es donde se registró, habrá dificultades para su identificación.
Proponemos también extender la protección a los animales silvestres. De modo que quien mate un zorro a patadas y se grabe riéndose, no sea impune, como resultó en un caso reciente y que se hizo célebre.
En Ciudadanos queremos que quien torture y mate a un animal pise la cárcel. Queremos que quien lo abandona pague una multa cuantiosa. Pero sobre todo queremos que las normas estén a la altura de la ciudadanía, porque son la mayoría de los españoles quienes quieren, respetan y cuidan a los animales.