El Barça se atasca y no pasa del empate ante el Athletic (1-1)
A los locales les faltó tiempo y contundencia para doblegar a un equipo bilbaíno que supo jugar muy bien sus bazas
Se guardó Valverde a Messi y a Busquets pensando en el choque del miércoles ante el Tottenham en Londres y su equipo lo pagó con un empate que supo a poco. Sin juego ni pólvora hasta que apareció en escena el diez, al Barça no le alcanzó para doblegar a un Athletic de Bilbao muy digno.
Los de Berizzo llegaron con peligro a las inmediaciones de Ter Stegen con asiduidad y es que la solidez de la que hacía gala el equipo la temporada pasada se ha desvanecido por completo. Los azulgranas conceden ocasiones con una frecuencia bárbara. No anda nada fino Piqué, que comete errores trascendentales en cada partido; Umtiti (de baja hoy) parece seguir con la resaca de la celebración mundialista; y Lenglet no se termina de acoplar. El francés tiene buen pie pero le cuesta defender a tantos metros de su área (en el Sevilla jugaba más resguardado). Con tanta anarquía en la retaguardia, Williams sembraba el pánico con cada balón largo que le servían Beñat y Dani García.
Y enfrente, la falta de circulación de los locales era alarmante puesto que ni Vidal ni Sergi Roberto tuvieron ningún peso en el juego y no dieron soluciones a un Rakitic que se vio muy solo sin su socio Busquets. El Barça no se imponía en el centro del campo ni en las áreas y ante la falta de creatividad de sus mediocampistas, fue Coutinho quien bajó constantemente a recibir y dar sentido a la ofensiva de los de Valverde.
El Athletic aprovechó la espesura de los azulgranas para hacer daño con las llegadas de Raúl García desde la segunda línea y terminaría adelantándose en el marcador en una jugada controvertida. Chocaron Dembele y Raúl García y el equipo se quedó parado esperando que el árbitro decretara falta. Susaeta recibió en el balcón del área y puso un balón medido para que De Marcos remachara en el segundo palo tras ganarle la espalda a Sergi Roberto. Un gol que evidenciaba la falta de contundencia del Barça.
Se encomendaron entonces los locales a Messi -llamado a filas por Valverde en el minuto 56- para salir del entuerto y el diez iba a responder como siempre hace: generando juego, ocasiones y goles. El argentino insufló aire a un equipo desnortado. Coutinho remató al larguero un centro de Semedo y el Barça comenzó a asediar la portería de Unai Simon. Sin embargo, el Athletic a punto estuvo de sentenciar el duelo en una acción en la que Williams volvió a dejar en evidencia a Piqué. El delantero vasco le ganó la carrera y cuando iba a embocar a gol apareció milagrosamente Semedo para evitar el segundo.
Fue una jugada episódica dentro del monólogo local. Una falta magistralmente lanzada por el diez la sacaría De Marcos bajó palos cuando el Camp Nou ya cantaba el gol. Buscaban los culés el tanto que les espoleara para remontar el choque y con una combinación entre Messi y Jordi Alba a punto estuvieron de lograr el objetivo. El capitán se topó nuevamente con la madera (su sexto palo de la temporada). Con más ganas que juego, las ocasiones se sucedían y el empate acabaría llegando en las botas de Munir tras rematar en boca de gol un envío de Messi.
Rakitic, ya en el descuento, mandó al limbo una fabulosa asistencia de Messi que mandó al traste la remontada. Las dudas acechan a un Barcelona que visitará Wembley con muchas incógnitas.