El Banco de España asegura que hay 94.000 millones de euros créditos bajo riesgo de impago
El organismo financiero constata que la banca española resistiría a un escenario severo de guerra e inflación, pero alerta del peligro para las rentas bajas por el alza de la energía.
El Banco de España ha constatado que el sector bancario español cuenta con una adecuada capacidad de resistencia para absorber el impacto que tendría en su solvencia un hipotético escenario severo de deterioro de las perspectivas macroeconómicas como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania y la escalada de la inflación. No obstante, el organismo también advierte de los peligros y de que hay 94.000 millones a un paso del impago.
Según revela en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera 2022, el Banco de España ha realizado un ejercicio de resistencia aplicando el marco metodológico FLESB (Forward-Looking Exercise on Spanish Banks, por sus siglas en inglés) para analizar los riesgos que se podrían derivar para el sector bancario como resultado del conflicto bélico desatado en Ucrania y la inflación disparada, con un consumo de capital que sería de entre 1,8 y 3 puntos porcentuales de su ratio de CET1 a nivel agregado sobre el escenario base que se maneja para finales de 2023.
El Informe de Estabilidad Financiera pone de manifiesto que persisten riesgos de crédito latentes, asociados a la mayor proporción de préstamos en vigilancia especial, que se concentran en los sectores de actividad más afectados por la pandemia de Covid-19.
Al cierre de 2021, en España había 94.000 millones de euros de crédito en vigilancia especial (‘stage 2’), lo que supone un incremento interanual del 14%, de los que 61.000 millones corresponden a empresas (+25,7%) y 31.400 millones, a hogares (-1,7%). Estos créditos representan el 8% de la cartera total de préstamos, 2,2 puntos más que antes de la pandemia.
Los créditos dudosos ascendieron a 49.000 millones (-5,5%), con 27.000 millones de empresas (-5,1%) y 22.000 millones de hogares (-6,1%).
Tocados por la pandemia
Los sectores más afectados por la crisis del coronavirus siguen mostrando las mayores señales de deterioro, con un peso del 5,9% de los activos dudosos (+0,9 puntos desde el inicio de la crisis) y un 23,9% sumando el conjunto de créditos dudosos y en vigilancia especial (frente al 17,7% de los sectores moderadamente afectados y el 15,5% de los menos afectados).
En cuanto a los préstamos garantizados por el ICO, el Banco de España ha constatado un deterioro adicional en el segundo semestre de 2021, con un 20,2% del volumen clasificado en vigilancia especial en diciembre de 2021 (+3,9 puntos desde junio) y un 3,5% categorizado como préstamos dudosos (+1,4 puntos en el semestre).
En cualquier caso, el Banco de España apunta que los sectores particularmente afectados por la crisis del coronavirus y que también pueden verse fuertemente afectados por el repunte de los precios de la energía y los alimentos presentan unas proporciones de préstamos en vigilancia especial y préstamos dudosos superiores a las del conjunto de operaciones ICO. Por ejemplo, hostelería y transporte cuentan con un 35,5% y un 22,7%, respectivamente, de créditos en vigilancia especial, y con un 6,5% y un 4,5%, respectivamente, de préstamos dudosos.
Sobre los créditos ICO
En este escenario, el Banco de España avisa en su informe de que las empresas que han optado a préstamos ICO y que presentan alguna señal de vulnerabilidad “podrían ver también más deteriorada su calidad crediticia por los impactos del conflicto bélico en Ucrania y el repunte de la inflación, especialmente en los sectores más afectados por la nueva crisis”.
El fin de la carencia en la amortización del principal que disfruta una parte importante de los mismos podría aumentar el riesgo de deterioro crediticio en los préstamos ICO. Según el informe, alrededor de un 35% de los préstamos ICO (en volumen de exposición) disfruta todavía de un periodo de carencia para las devoluciones de principal, cuya finalización se producirá, mayoritariamente, en el segundo trimestre de 2022.
“La recomendación que se está haciendo a los bancos que extremen la prudencia y que, desde luego, no liberen las provisiones extraordinarias que dotaron en 2020. En este contexto, lo mejor es la prudencia”, ha resaltado Estrada.
Peligro para las rentas bajas por el alza de la energía
El Banco de España también ha advertido de que el intenso aumento de los precios de la energía registrado en 2021 y en la parte transcurrida de 2022 podría comprometer la capacidad de repago de las deudas de los hogares de rentas bajas.
Según alerta el Banco de España, las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania intensificarán y prolongarán el aumento que venía observándose en los precios energéticos y de otras materias primas antes de la invasión, lo que afectará a las decisiones de consumo e inversión de familias y empresas y limitará el crecimiento económico.
Además, ha avisado de que si las presiones sobre los costes de las empresas acaban trasladándose plenamente a los precios finales, las mayores demandas salariales podrían desencadenar efectos de segunda ronda de una intensidad notable, lo que se traduciría en un repunte inflacionista más acusado y más prolongado que el anticipado hasta ahora.