El aviso a navegantes de Alemania al tomar medidas: "Cuanto más tardemos en actuar, peor para la economía"
El país ha cerrado los bares y los restaurantes, el ocio y la cultura.
Alemania y Francia han tomado ya medidas drásticas para frenar la feroz expansión del virus en sus respectivos países. La canciller alemana, Angela Merkel, y los poderes regionales han acordado el cierre en noviembre de bares y restaurantes, así como el ocio, la oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados. Lo único que mantiene abierto, mientras el coronavirus lo permita, son las escuelas y los comercios.
“Se ha duplicado la cifra de nuevos contagios en una semana. Tenemos que actuar ahora”, afirmó Merkel, que ha incidido en que este alto número de nuevos contagios no permite rastrear de forma adecuada. Ahora mismo es imposible conocer el origen del 75 % de los nuevos contactos que se detectan.
Merkel ha explicado que el sistema sanitario alemán “puede afrontar la situación hoy pero al ritmo que aumentan las infecciones” pero que al ritmo al que aumentan las infecciones “llegaremos al límite de capacidad en semanas”.
En la misma rueda de prensa ha intervenido el presidente de Baviera, Markus Soeder, que ha dejado meridianamente clara la razón por la que han tomado esta drástica medida: “Esto no se trata solo de medidas sanitarias, también económicas. Cuanto más tardemos en actuar peor será para la Economía”.
El propósito del Ejecutivo es lo que en medios alemanes se ha denominado “romper la ola” (de nuevos contagios) para evitar los cierres de colegios, además de mantener en pie la vida comercial. Unas medidas que entrarán en vigor el próximo 2 de noviembre.
El cierre será más leve que el de marzo y abril y las nuevas medidas se prolongarán cuatro semanas para posibilitar la reapertura y los encuentros familiares en las navidades.