El ataúd de Franco saldrá a hombros de sus familiares y sin honores ni banderas
No podrán tomarse imágenes en el interior de la basílica, donde sólo estarán los operarios.
El ataúd con los restos de Francisco Franco saldrá de la basílica del Valle de los Caídos a hombros de sus familiares, sin banderas ni honores militares y, posteriormente se prevé que sea trasladado en un helicóptero Superpuma de las Fuerzas Armadas hasta el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Según el dispositivo elaborado por el Gobierno, dentro de la basílica, en la que no podrán tomarse imágenes, solo estarán los operarios estrictamente necesarios para extraer la losa que cubre la tumba, de 1500 kilos, un forense, la ministra de Justicia como notaria mayor del Reino y encargada de levantar acta de la exhumación, así como 22 familiares que han mostrado su deseo de asistir, entre nietos y bisnietos del dictador.
Todos pasarán por un detector de metales para evitar la entrada de cualquier dispositivo de grabación.
Una carpa con techo para evitar grabaciones
Además, antes de la extracción, se colocará una carpa con techo sobre la tumba para evitar cualquier tipo de grabación, a la que solo accederán los operarios, un nieto de Franco -Cristóbal Martínez-Bordiú, la ministra de Justicia y el forense.
El cadáver de Franco se inhumó en noviembre de 1975 en un ataúd doble, con una estructura interna de zinc sellada, y otra externa de madera convencional.
En el caso de que el ataúd de madera se encuentre en buen estado, se empleará ese mismo para su traslado. De no ser así, se introducirá el féretro de zinc en otro ataúd preparado al efecto.
No se abrirá el féretro
No está previsto que se abra el féretro para comprobar el estado de los restos o su identidad, ya que el entonces notario mayor del Reino ya dio fe en su día de que el cadáver que se inhumaba en la basílica era el de Francisco Franco. La losa, de 1500 kilos, se levantará mediante cuatro gatos hidráulicos y un rodillo que permitirá apartarla a un lado.
Los técnicos calculan que todo el proceso -que comenzará a las 10:30 del jueves- dure aproximadamente una hora, aunque podría demorarse más.
Por expreso deseo de la familia, el prior de la basílica, Santiago Cantera, que se ha opuesto en todo momento a la exhumación, bendecirá los restos, antes de ser portado a hombros por sus familiares hasta el exterior de la cripta.
El plan del Ejecutivo, explicado este lunes en una reunión informativa en el Palacio de la Moncloa, es que el ataúd del dictador sea trasladado en helicóptero, aunque si las condiciones meteorológicas no lo permiten, será por carretera.
Un vuelo de diez minutos
Para ello, se dispondrán dos helicópteros de las Fuerzas Armadas, de los habitualmente empleados para el transporte VIP de personalidades, uno de ellos de reserva, junto a la explanada del Valle de los Caídos. Tras un breve vuelo de unos diez minutos, en el que el féretro estará acompañado por uno de los nietos del dictador -Francis Franco-, así como por la ministra de Justicia, el helicóptero tomará tierra en un antiguo helipuerto de la Guardia Real, muy cerca del cementerio.
El resto de la familia y de la comitiva se trasladará por carretera. Al igual que en la basílica del Valle de los Caídos, dentro de la basílica solo estarán los familiares, la ministra de Justicia y el personal indispensable para reinhumar al dictador.
Allí, y también por deseo de la familia, se celebrará un oficio religioso en la intimidad familiar, a cargo del prior del Valle de los Caídos y un sacerdote, hijo de Antonio Tejero, guardia civil condenado por el intento de golpe de Estado del 23F.
Exhumación y reinhumación
Toda la operación de exhumación y posterior reinhumación, que se llevará a cabo el próximo jueves, tendrá un coste máximo para las arcas públicas de 63.061,40 euros.
Las obras que se han tenido que llevar a cabo en el panteón del cementerio de El Pardo-Mingorrubio ascienden a un total de 39.000 euros, mientras que la reparación del solado de la basílica para sustituir la losa que cubre actualmente la tumba en el Valle de los Caídos costará algo menos de 5.000 euros.
A estas cantidades hay que sumar la factura de la empresa funeraria, que alcanza los 13.000 euros.
El Gobierno calcula que el Valle de los Caídos pueda ser reabierto al público el próximo martes, una vez acabados los trabajos para reacondicionar el espacio donde se encontraba la tumba de Franco con un nuevo solado de mármol.
La antigua losa -que solo lleva la leyenda “Francisco Franco”- será depositada en un lugar reservado que no se dará a conocer.
Se han reforzado también las medidas de seguridad en el cementerio de Mingorrubio con sensores de presencia, cámaras de seguridad y una reja reforzada, de modo que el Gobierno confía en que la Policía Nacional pueda retirarse físicamente del lugar en un tiempo.
El panteón, en el que ya se encuentra la esposa de Franco, Carmen Polo, es propiedad de Patrimonio del Estado a través de una concesión.
El Gobierno ha ofrecido la venta de esta concesión a la familia, que la ha rechazado.
El Gobierno español, que preside el socialista Pedro Sánchez, decidió trasladar al dictador en base a una reforma de 2018 de la ley de memoria histórica, aprobada por el Parlamento y avalada por el Tribunal Supremo, que rechazó un recurso de los familiares más próximos de Franco, sus nietos.
El Ejecutivo argumenta que ha defendido desde el principio del procedimiento que “los restos del dictador no podían continuar en un mausoleo público que exaltara su figura, algo expresamente prohibido por la ley de memoria histórica”.
Igualmente, destaca que la sentencia “firme y unánime” del Tribunal Supremo del pasado 30 de septiembre “puso fin al proceso contencioso-administrativo interpuesto por la familia para intentar impedir su salida del Valle de los Caídos”.