Sin acuerdo y sin unos cuantos productos, los efectos que ya se notan de la huelga de transportistas
La patronal de la alimentación habla de un "problema de Estado" mientras el Gobierno intenta apaciguar los ánimos con ayudas que no contentan al sector.
Noveno día de huelgas y el problema está lejos de solucionarse. España se enfrenta al paro de transportistas con la visión de un “problema de Estado” cuyos efectos comienzan a multiplicarse, entre el miedo por el futuro del sector y un posible desabastecimiento nacional.
El intento de acuerdo anunciado el lunes por el Gobierno, con una oferta de 500 millones en bonificaciones al diésel profesional, “aún por concretar”, no ha surtido el efecto deseado e incluso ha generado el rechazo de los convocantes de la huelga, que se sienten “despreciados”.
El problema ya es transversal. Ante la suspensión de una importante parte de los transportes de mercancías por carretera, multinacionales de la alimentación y de otros sectores han dado la voz de alarma. La imagen de supermercados con pasillos vacíos podría multiplicarse, mientras se urge a tomar soluciones inmediatas para evitar el caos.
La advertencia de la patronal de la alimentación: en riesgo el abastecimiento y 100.000 empleos
Las organizaciones del gran consumo se han unido para pedir soluciones de “máxima urgencia” a un “problema de Estado” que ya está poniendo en peligro el abastecimiento de productos y la continuidad de más de 100.000 puestos de trabajo.
Estas empresas piden acabar ya con los paros del transporte y ponen el foco en los piquetes, a los que exigen dejar de “coaccionar” a los transportistas que siguen desarrollando su actividad, en algunos casos con serias afectaciones.
Qué marcas se han visto afectadas
Desde que a comienzos de la pasada semana arrancase la huelga, han sido numerosas las industrias y las marcas que han anunciado (o amenazado con) interrumpir su actividad.
Entre las primeras, nombres básicos en la alimentación nacional como Calvo, Cuétara, Azucarera o las oleícolas Dcoop, JaenCoop o Agrosevilla han confirmado los cierres temporales de sus plantas por la falta de suministro.
Otras, como Danone o las cerveceras Estrella de Galicia o Heineken-Cruzcampo han adelantado su intención de hacerlo de forma inminente por el mismo motivo.
Las industrias más tocadas
El sector lácteo es, en sí mismo, uno de los grandes afectados, especialmente por el carácter perecedero de sus productos. Ya el miércoles pasado anunció un paro desde el jueves de la mayor parte de su actividad y en los últimos días resiste con suministros “bajo mínimos” pero aún en funcionamiento.
El ámbito pesquero ha amanecido con la flota amarrada por segundo día en gran parte de los puertos españoles, en espera de que el Gobierno presente este miércoles “medidas urgentes” para paliar la crisis por el alza del gasóleo. Esta suspensión de la actividad faenera es masiva en Andalucía y el litoral Mediterráneo, así como en Asturias, y algo más desigual en el Atlántico el resto del Cantábrico.
A nivel de abastecimiento, fuentes consultadas por EFE sitúan en un 70% la recepción de pescado y marisco en las lonjas y mercados centrales para lo que sería normal en estas fechas, mientras que en puestos pequeños el abastecimiento es normal.
En cuanto al sector hortofrutícola, agrupados en la federación FEPEX, ya se habla de un “impacto muy grave” si no se habilitan corredores seguros para el tránsito por carretera. “En estos momentos no hay normalidad en las carreteras. Se mantienen los problemas, con lo que se siguen produciendo retrasos en las entregas en destino, y acumulación de mercancía en el campo y en las cámaras frigoríficas”, detalla FEPEX en un comunicado.
Los efectos se notan menos en los grandes mercados
Las repisas de aceite de girasol, leche y cereales vacíos en cantidad de super e hipermercados nacionales no se reflejan en los grandes ‘mercas’, como Mercamadrid o Mercabarna. En la capital, la actividad registrada esta mañana se ha desarrollado al 90% de lo habitual en un martes de marzo.
En qué punto están las negociaciones
De momento, alejadas, porque la vía principal, entre el Gobierno y la Comisión Nacional de Transporte por Carretera, patronal del sector, no incluye a la entidad convocante de los paros. De ese encuentro salió el anunciado plan de 500 millones en bonificaciones para el gasóleo profesional, una medida que será definida el viernes. Aunque el CNTC la aplaude de forma genérica, partes de la patronal se han movido en dirección contraria.
De inmediato, la Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, conocida como Plataforma y responsable de los paros, rechazó el acuerdo por no incluirles en las negociaciones y advirtió que mientras esto no cambiara, los paros tampoco lo harían.
Ya de noche, sus proclamas encontraban nuevos aliados, entre ellos, parte del sector oficialista e integrantes del CNTC. La patronal FENADISMER, una de las más grandes, con 32.000 empresas, FETRANSA y FEINTRA rechazaban un plan que ven positivo pero insuficiente por “falta de concreción y contundencia”.
El portavoz de la Plataforma, Manuel Hernández, apunta que “nos sentimos despreciados” y que estos acabarán “cuando la ministra quiera” recibirles y escucharles. “Pero a los transportistas de verdad, a los camioneros, no a quienes nos contratan”, ha añadido en una entrevista al Canal 24 Horas.
Ahora, los taxis (y otros vehículos de transporte de personas)
El domingo se avecina ‘caliente’ en las calles de Madrid. La capital se prepara para una multitudinaria manifestación contra el alza de los precios de la energía y la necesidad de medidas urgentes. A estas protestas se sumarán, como han anunciado, los sectores del taxi, los conductores de vehículos VTC, de ambulancias y de autobuses.
Esta manifestación se celebrará independientemente de lo que ocurra en la reunión que mantendrán el miércoles con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. A ella le trasladarán “la crítica situación” del sector de transporte de vehículos, como ha informado la Asociación Nacional del Taxi (ANTAXI) a través de su presidente, Julio Sanz, en una nota oficial. Apuntan que el taxi y sectores del ramo tendrán “serios problemas para mantenerse” si continúa la subida de precios de la energía.
Por qué las ayudas no convencen a parte del sector
La Plataforma, FENADISMER y otros actores a favor de la huelga manifiestan no estar en contra del plan anunciado por Raquel Sánchez. Lo rechazan por su “falta de concreción y contundencia” y por el modo en el que se ha planteado.
El portavoz de los convocantes, Manuel Hernández, insiste en que “toda ayuda es buena, pero esta para nada soluciona los problemas”. Por ello, además de exigir que les reciba la ministra pide actuar sobre lo que llama “el gran problema de base, que nuestros contratantes no tienen limitación en sus comisiones, dando lugar a que trabajemos a pérdidas”.
Las tres patronales integradas en el CNTC pero a favor de la huelga (FENADISMER, FETRANSA y FEINTRA) anunciaban anoche su cambio de postura porque, si bien la medida de 500 millones es “positiva”, también es “insuficiente en la actual situación, con miles de transportistas parados desde hace más de una semana, ya que su falta de concreción y contundencia no permiten transmitir seguridad a los transportistas”.