EEUU cierra su consulado en Jerusalén, embajada de facto para los palestinos
"Es el último clavo en el ataúd del papel de la Administración de los Estados Unidos en la construcción de la paz", denuncia la OLP.
Estados Unidos redujo hoy al mínimo las relaciones diplomáticas con los palestinos al degradar el Consulado General de Jerusalén a un mero departamento y dejarlas en manos del actual embajador ante Israel, un difícil interlocutor por sus posiciones pro colonización.
"Es el último clavo en el ataúd del papel de la Administración de los Estados Unidos en la construcción de la paz", calificó Saeb Erekat, secretario de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), sobre un movimiento que complicará aún más las comunicaciones entre ambos, hoy casi inexistentes.
Desde que EEUU cerrara a finales de 2018 la misión de la OLP en Washington, que se ocupaba de los asuntos consulares y comerciales palestinos en el país, apenas ha habido contactos entre ambas partes. Y hoy el espacio de encuentro se ha reducido también en Jerusalén.
El pasado 18 de octubre el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, anunció la integración, que se ha hecho efectiva hoy, en la Embajada ante Israel del Consulado General de Jerusalén, operativo desde hace 175 años y representante "de facto" ante el Gobierno palestino, como el resto de consulados internacionales con sede en la Ciudad Santa.
El Departamento de Estado de EEUU aseguró que "no indica un cambio en la política sobre Jerusalén, Cisjordania o la Franja de Gaza" y que la decisión fue tomada por "los esfuerzos globales para aumentar la eficiencia y la eficacia" de sus servicios.
Sin embargo, para los palestinos supone el fin de las relaciones con EEUU y les despoja de un estatus igualitario a Israel, mientras Washington sigue intentando impulsar un proceso de paz.
"Primero, porque uno no va a tener relación con el embajador de EEUU ante Israel", detalló a Efe un funcionario palestino sobre el máximo representante estadounidense, David Friedman, un polémico diplomático que ha asegurado que las colonias judías en Cisjordania ocupada son parte de Israel.
Su manifiesto apoyo a los asentamientos en territorio palestino y la negación de considerar toda Cisjordania como territorio ocupado llevó a que hace un año el presidente palestino, Mahmud Abás, le llamara "hijo de perra" y "colono".
"Además, (los estadounidenses) van a tener muchos menos acceso a la información (sobre palestinos) y problemas con el resto de los consulados, que ya no se van a poder reunir con ellos", añadió la fuente palestina.
Embajada y capitalidad
Este lunes se hizo efectiva la convergencia interpretada como el último zarpazo de la crisis diplomática que comenzó con la declaración de Jerusalén como capital israelí en 2017 y el traslado en mayo de 2018 de la Embajada ante Israel a esta ciudad, con la parte este palestina ocupada y anexionada contra el consenso internacional.
Desde entonces, los palestinos han descartado a Washington como único mediador de un proceso de paz, aunque Donald Trump insiste y envió recientemente a su yerno y asesor principal, Jared Kushner, de gira a Oriente Medio para recabar apoyos a la propuesta que están elaborando, desconocida hasta el momento para los palestinos, que se prevé será presentada tras las elecciones israelíes del 9 de abril.
El liderazgo palestino recordó hoy el importante papel que el Consulado General de Jerusalén jugó en los acuerdos de paz de la década de los noventa, rol que ahora parece más difícil de desarrollar.
"Eventualmente para EEUU le va a ser difícil explicar que quiere promover un acuerdo de paz. De hecho, esto aclara a muchos países cuál es la visión real de la Administración Trump, que no tiene que ver con la igualdad de los países", insistió esta fuente palestina.
La rebaja de esta categoría, de consulado a mero departamento, ha sido calificada por la OLP como un "asalto político a los derechos e identidad de los palestinos", que cada vez se sienten más menospreciados por el trato de la Casa Blanca.