Las dudas más frecuentes sobre la propagación del coronavirus en España, resueltas
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie? ¿Me puedo contagiar tocando monedas o billetes?
La propagación del coronavirus en España, donde ha contagiado ya a más de 11.000 personas y ha provocado la muerte de medio millar, más de la mitad en la Comunidad de Madrid, ha acrecentado el interés de los ciudadanos por despejar sus dudas sobre el comportamiento de la nueva enfermedad que tiene en cuarentena a todo el país.
Estas son algunas de las dudas que muchos españoles se plantean cuando intentan hacer lo más conveniente para prevenir y frenar el COVID-19:
No se sabe con certeza, pero el COVID-19 parece comportarse como otros coronavirus, que pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones, entre ellas el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente.
Ante la sospecha de que una superficie puede estar infectada, hay que limpiarla con un desinfectante común para matar el virus, lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón y evitar tocarse los ojos, la boca o la nariz.
La enfermedad puede propagarse a partir del contacto con objetos o superficies que previamente hayan recibido gotículas procedentes de la nariz o boca de una persona infectada, pero el riesgo de infectarse por el contacto con monedas o billetes es muy bajo, incluso cuando estos objetos pasan por tantas manos.
En cualquier caso, es preferible pagar estos días con tarjetas de crédito para reducir al máximo los contactos.
Exponer al sol la ropa de cama y las toallas no sirve para matar el virus, pero sí lavarlas a unos 60 grados, porque esas temperaturas permiten aniquilar el patógeno.
Del mismo modo, para desinfectar la vajilla, es preferible usar el lavavajillas, que alcanza temperaturas superiores que si los platos se lavan a mano.
Aparentemente, el nuevo coronavirus es hasta ahora más contagioso. Según estudios científicos, cada persona infectada parece contagiar a otras 2,2 como promedio, mientras que el ratio para la gripe estacional es de 1,3.
No obstante, las cifras de diseminación del COVID-19 corresponden a la primera fase de propagación y disminuirán a medida que se controle la enfermedad y los humanos desarrollen anticuerpos contra este patógeno.
A finales de febrero, algunos pacientes dados de alta en China volvieron a dar positivo. El Centro para el Control y la Prevención de Epidemias de Cantón informó entonces de que en torno al 14 % de quienes habían sido dados de alta volvieron a registrar un positivo por coronavirus en pruebas posteriores, probablemente porque no habían ‘expulsado’ el virus por completo o porque las primeras pruebas fallaron.
En todo caso, no hubo una conclusión clara todavía sobre por qué se habían producido los positivos y se desconocía si esos pacientes podían ser infecciosos. Expertos en este tipo de enfermedades creen que quienes han superado la enfermedad pueden desarrollar anticuerpos capaces de bloquear el virus durante meses.
Las mascarillas no son infalibles, por sí solas, aunque algunas pueden ser muy efectivas. La OMS recomienda el uso de mascarillas autofiltrantes con un nivel de protección mínimo de FFP2, según la normativa europea (N95, según la norteamericana) para quien presente síntomas respiratorios o para quien esté sano pero atienda a alguien sospechoso de haberse infectado.
En cambio, el resto de personas sanas no necesitan usar mascarillas porque no hay pruebas de que les vaya a proteger. Además, solo son eficaces si se combinan con un lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o bien con agua y jabón.
En todo caso, debe quedar claro que las mascarillas, incluidas las mascarillas clínicas planas y las de filtro N95, no deben reutilizarse porque, cuando se está en contacto próximo con una persona infectada, la parte frontal queda contaminada. Hay que quitársela sin tocar esa parte, deshacerse de ella y lavarse las manos con el procedimiento recomendado.