Darte una ducha fría es la peor idea para aliviar el calor
Ducharse con agua fría tiene un efecto contraproducente, por antiintuitivo que parezca.
Las altas temperaturas están azotando España esta semana y pocas cosas apetecen más que el aire acondicionado, el ventilador y una ducha fría.
¡Pues no! Pese a lo que dicta el instinto, una ducha fría no es buena idea para mitigar el calor. De hecho, es mejor darse una ducha caliente (o tibia, como mucho).
Pero, ¿qué disparate está diciendo este artículo?
“El ser humano es un animal homeotérmico. Cuando hace frío, produce calor de forma interna y externa. Cuando hace calor, suda para evacuar el calor”, explica la doctora Brigitte Tregouet.
Ducharse con agua fría tiene un efecto contraproducente. Al echar agua fría sobre el cuerpo caliente, éste lucha contra el frío produciendo calor. Por lo tanto, al salir de la ducha puedes acabar sintiendo más calor que antes.
“Cuando te das una ducha cálida, el agua de tu piel se evapora y esto hace que la temperatura de tu cuerpo baje”, continúa Brigitte Tregouet. Es principalmente la evaporación del agua en la piel lo que te hace sentir más fresco. Así que no te seques nada más salir de la ducha, aprovecha la humedad residual de tu piel.
Por eso también es una buena idea pulverizarte agua encima y no secarte.
Por otro lado, ducharte con agua muy fría tiene sus riesgos. “El agua muy fría puede provocar la contracción de las arterias más pequeñas. Si eres joven y estás en perfecto estado de salud, probablemente no te pase nada, pero si acabas de hacer deporte, tu cuerpo ya está muy exigido y el agua fría puede provocar un shock si la diferencia de temperatura es demasiado grande”, añade la doctora.
Lo mismo ocurre con las bebidas. Aunque una bebida fresca siempre es agradable, una bebida caliente es la forma más eficaz de combatir la sensación de calor. “Provoca una señal de calor y el cuerpo se ve obligado entonces a bajar la temperatura”, explica Brigitte Tregouet.
Así que no lleves tu cuerpo al límite, olvida la ducha fría y el refresco helado, prepárate un té caliente y date una ducha cálida o tibia.
Este artículo fue publicado originalmente en Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.