Draghi anuncia su dimisión como primer ministro italiano pero Mattarella no la acepta
El presidente de la República le encarga presentarse ante el Parlamento para ver el apoyo con el que cuenta.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha presentado su dimisión este jueves después de la crisis desatada en su coalición gubernamental por uno de sus principales socios, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S).
“Las votaciones de hoy en el Parlamento son muy significativas desde el punto de vista político. La mayoría de la unidad nacional que ha apoyado a este Gobierno desde su creación, se ha ido. El pacto de confianza que subyace a la acción del Gobierno ha fracasado”, ha trasladado Draghi, según recoge el diario Corriere della Sera.
Draghi ha compartido la decisión con los componentes de su Ejecutivo en el Consejo de Ministros convocado esta tarde tras una visita con el presidente Sergio Mattarella, según ha comunicado su entorno.
Sin embargo, poco después, el jefe de Estado ya ha anunciado que no ha aceptado su dimisión y ha encargado a Draghi presentarse ante el Parlamento para verificar si sigue contando con una mayoría para gobernar.
“El presidente de la República no ha aceptado la dimisión y ha invitado al presidente del Gobierno a presentarse en el Parlamento para dar explicaciones y para que se haga en esa sede una valoración de la situación que se ha creado tras los debates de hoy en el Senado”, se lee en un comunicado de la Jefatura del Estado.
¿Qué viene ahora?
Draghi saldará la crisis de su Gobierno en las dos sedes parlamentarias, en el Senado y en la Cámara de Diputados, previsiblemente el miércoles. En esa cita, el todavía primer ministro podrá comprobar si cuenta o no con una mayoría para cumplir su objetivo: agotar la legislatura en su plazo natural, marzo de 2023.
El país se debatirá entonces entre una segunda parte para Draghi o disolver las cortes y volver a pedir al pueblo italiano que se pronuncie en las urnas.
“Creo que en este momento sería muy importante la continuidad del Gobierno”, refirió Enrico Letta, líder de centroizquierda, que en los últimos días ha defendido que sin Draghi la otra opción era adelantar elecciones.
En los mismos términos se expresaron otros partidos de la coalición, como la centrista Italia Viva de Matteo Renzi o Juntos por el Futuro, la escisión del M5S capitaneada por el actual ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, leal a Draghi.
El ultraderechista Matteo Salvini, que también apoya al Ejecutivo, ha reclamado un adelanto electoral, mientras que de la conservadora Forza Italia de Silvio Berlusconi sólo trascendió una preocupación por la coyuntura económica, social y empresarial de Italia.
El movimiento clave
Su decisión llega después de que el M5S decidiera esta mañana no votar una moción de confianza en el Senado, desmarcándose del resto de socios de la coalición de unidad nacional que Draghi preside desde febrero de 2021.
Aunque la crisis empezó a fraguarse este lunes cuando ese mismo partido decidió abstenerse en la Cámara de los Diputados. Una especie de harakiri en los que algunos vislumbran el deseo de pasar a la oposición y tratar de recuperar el electorado perdido tras los últimos batacazos en las urnas y de cara a la inminente campaña electoral.
Esto es algo inconcebible para Draghi que, aunque sin ese partido no queda en minoría y logró aprobar el decreto de medidas anticrisis, considera que su Gobierno, nacido como una coalición de unidad nacional, solo tiene sentido con el apoyo del M5S, ganador de las últimas elecciones generales del 2018.
Un año y medio intentando unir al país
El mandato del que fuera presidente del Banco Central Europeo ha durado apenas un año y medio, el transcurrido desde que aceptó el encargo de formar un gobierno de “emergencia” en Italia ante la enésima crisis que vivía el país.
En febrero de 2021, ‘Super Mario’, como se le conoce, tomó los mandos de la política transalpina tras la incapacidad del Mattarella de alcanzar un acuerdo entre los antiguos socios de gobierno. Sin embargo, otra crisis (y van...) ha provocado un nuevo terremoto político en Italia, que se asoma, de nuevo, al precipicio de la incertidumbre.
Ahora su salida llegaría en un momento crítico por el alza de los precios y en medio del corte del gas ruso, del que Italia venía siendo dependiente. “Si el Gobierno de Draghi cae, Italia será el tercer país, después de Francia y Gran Bretaña, en entrar en una situación de profunda dificultad”, ha reconocido Letta.