Dos policías blancos a caballo llevan a un hombre negro esposado y atado con una cuerda en Texas
¿A qué te recuerda?
La escena es vergonzosa, inconcebible en este siglo. Un hombre negro camina esposado y atado a una cuerda, mientras dos oficiales de policía -blancos los dos- le llevan detenido, montados en sus caballos. La estampa ha sido fotografiada en la localidad de Galveston (Texas, EEUU, 57.000 habitantes), indignando de inmediato a los ciudadanos y obligando a las autoridades a pedir disculpas por lo ocurrido. El jefe de policía se ha visto obligado a reconocer que al detenido por hacerle pasar “una vergüenza innecesaria”. Y con unos ecos esclavistas imposibles de no escuchar.
En un comunicado, los jefes de los agentes -identificados como P. Brosch y A. Smith- aseguran que “es una técnica entrenada y la mejor práctica en algunos escenarios” a la hora de arrestar a personas y que su patrulla “no tenía malas intenciones” cuando recurrió a ella. También han afirmado que han cambiado sus procedimientos, para “prevenir el uso de esta técnica” y aplicar otros métodos más apropiados.
“Entendemos la percepción negativa de esta acción y creemos que es más apropiado dejar de usar esta técnica”, resumen, y asumen que podrían haber esperado a que llegase algún transporte policial, en vez de hacer lo que hicieron.
El detenido, que es un conocido habitual de la policía llamado Donald Neely, había sido arrestado por entrar en una propiedad privada sin permiso y actualmente se encuentra en libertad bajo fianza. En el momento de ir atado lo llevaban a comisaría.
Algunos internautas, además de la crítica por el hecho mismo, han comparado irónicamente la imagen con la de la detención del tirador de El Paso, que el pasado fin de semana causó 22 muertos en un supermercado lleno de hispanos. Digamos sencillamente que las diferencias saltan a la vista.
Leon Phillips, director de la Coalición por la Justicia del Condado de Galveston, ha sido entrevistado por la BBC y ha explicado que la persona que tomó las imágenes trata de permanecer en el anonimato por miedo a represalias. “Es difícil hablar de esto siendo del pueblo”, sostiene. “Fue un error estúpido (...) Lo que sí sé es que si fuera un hombre blanco, no le habrían hecho eso”, apuesta. Y añade que el arrestado es un hombre, además, mentalmente enfermo, al que deberían haber tratado con más cuidado aún.
Philips confirma que va a pedir al Ayuntamiento que revise la ley y que, si contempla este medio de arresto, acabe con él cuanto antes.