Por qué 'Don't Look Up' debe ganar el Oscar a la Mejor película y por qué no
Una burla inteligente de Adam McKay, pero no pedante.
Su reparto ya era un presagio de su presencia en los Oscar de 2022. Netflix se ha colado un año más con uno de sus títulos, Don’t Look Up (No mires arriba), en la lista de candidatos a Mejor película para los premios de la Academia de Hollywood. Competirá con otro largometraje de la propia plataforma, El poder del perro, y con Dune, Belfast, West Side Story, CODA, Drive my Car, El método Williams, Licorice Pizza y El callejón de las almas perdidas.
No es demasiado habitual que una comedia luche por el gran galardón de la noche, aunque el cineasta Adam McKay ya consiguió la nominación con este género a Mejor director y Mejor guión adaptado —categoría en la que ganó— por La gran apuesta (2015) y por VICE (El vicio del poder) en 2018, que estuvo nominada también a Mejor película y Mejor guion original. Con Don’t Look Up, de nuevo, afila el colmillo y da un tirón de orejas al sistema.
Si la película está llena de estrellas —Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill o Rob Morgan—, mucho más repleta está de crítica social. Es una sátira sobre política y políticos, sobre lo poco y mal que se escucha a los científicos, sobre el negacionismo, sobre cómo se asimila (o no) la fama, sobre cómo las redes sociales nos convierten en simples maniquíes de un escaparate, sobre los medios de comunicación y las fake news o sobre cómo el dinero mueve dinero. Y, por supuesto, habla del cambio climático. De hecho, el director puso en marcha el guion en 2018, cuando leyó un informe de la ONU sobre sus graves efectos, como confirmó en Vanity Fair.
La mezcla de todos estos temas la convirtió en un éxito rotundo que la mantuvo entre las Tendencias de Twitter durante cuatro días, a la vez que su argumento carga contra la ‘enajenación’ por un puñado de likes...
Y todo eso a través de un relato que parece mucho más simple: dos astrónomos descubren que un meteorito de 9 kilómetros de largo impactará contra la Tierra y la destruirá. Deciden alertar a la NASA y al gobierno de los Estados Unidos y, ante la escasa importancia que le da la presidenta (que tiene muy cerca las elecciones), se ponen en contacto con los medios de comunicación. Los intereses de grandes empresas y su relación con el poder político lo pondrá todo patas arriba para frenar el trayecto del bólido e impedir que la gente ‘mire arriba’. En definitiva, la frivolidad del capitalismo frente al apocalipsis.
Por qué SÍ debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Por su capacidad para hacer una burla inteligente de todo sin ser elitista ni pedante.
2. Por captar el reflejo más triste de una sociedad a la que retrata como estúpida y, aun así, hacer reír.
3. Porque consigue lo impensable: una película surrealista cargada de realismo. Son, a fin de cuentas, las cosas surrealistas de la realidad.
4. Porque su mensaje es directo y la exageración no chirría, sino que arranca risas al mismo tiempo que hace tomar conciencia del sentido de la película.
5. Porque tras muchos de sus personajes, hay una personalidad caricaturizada que los inspiró, y a Adam McKay no le da miedo dejarlo en evidencia, sin dobleces:
6. Porque el cocktail es perfecto: guion, interpretación, banda sonora, montaje...
7. Porque demuestra que el cine puede ser algo más que biopics, sagas o remakes, aunque merezcan el mismo respeto, y que se puede superar la crisis de ideas.
Por qué NO debe ganar el Oscar a Mejor película
1. Porque las reticencias de la Academia siguen existiendo, aunque cada vez menos: Don’t Look Up es de Netflix y contiene mucha política.
2. Porque compite, principalmente, con El poder del perro, Belfast y Licorice Pizza.
3. Porque es una comedia y hay público que rechaza el género directamente.