#DóndeEstánEllas, la iniciativa europea que pelea por visibilizar el talento femenino
El techo no es de cristal, es de hormigón armado.
¿Dónde están las mujeres? Eso se preguntaron en la oficina en España del Parlamento Europeo cuando se dieron cuenta de la poca presencia de mujeres con puestos de liderazgo en debates o conferencias. La respuesta es sencilla: faltan referentes femeninos, existe una considerable brecha salarial y muchas instituciones hacen lo que les resulta más fácil: optar por nombres masculinos más conocidos cuando tienen que elegir a un ponente.
"No puede ser que sentemos a un panel de expertos y falte la mitad de la población", explica María Andrés, directora de la oficina. Con esa premisa lanzaron #DóndeEstánEllas, una iniciativa que busca visibilizar el talento femenino y fomentar su participación.
En su primer año de vida —se puso en marcha el 8M de 2018—, han pasado de ser 18 instituciones comprometidas a garantizar la presencia de al menos una mujer a ser ya 55 las firmantes de este manifiesto. Algunas de ellas muy relevantes, como el Ministerio de Exteriores. "Será un gran día aquel en el que podamos decir que entre los diplomáticos en España hay un 50% de mujeres", declaró Ángeles Moreno, subsecretaria del ministerio, durante el balance de resultados de la iniciativa en Madrid.
En el acto también estaba presente el director general de comunicación, Jaume Duch, que quiso resaltar que "estas campañas no pueden ser asuntos aislados y deben llevar una lógica política y legislativa". Duch aprovechó para felicitar al equipo en España ya que la campaña recibió en diciembre el premio Simone Veil a la igualdad que otorga cada año el Parlamento Europeo.
A lo largo de estos doce meses #DóndeEstánEllas ha analizado más de 500 conferencias y debates de las instituciones que forman parte del manifiesto. Los datos son reveladores: solo el 39,82% de las participantes fueron mujeres, y de ellas solo un 1,76% mujeres con discapacidad. ¿La respuesta más habitual ante el por qué no llamar a más mujeres ? "No sabemos dónde buscar". A pesar de que los datos son mejorables, Andrés apunta que es una radiografía "honesta" del panorama que servirá para mejorar.
Beatriz Becerra, eurodiputada y una de las madrinas de la iniciativa, tiene claro qué podemos hacer para cambiar. "Las mujeres tenemos que estar en política porque esto es una cuestión de poder. El equilibrio en los órganos de poder es el que va a cambiar las cosas ".
El techo no es de cristal, es de hormigón armado
Los datos de mujeres en puestos de liderazgo son, como dice Silvia Buabent, Directora del Instituto de la Mujer, demoledores. Buabent participó en una de las mesas redondas organizadas por el Parlamento Europeo durante la jornada y trajo consigo una lista de datos para echarse las manos a la cabeza. Por citar algunos: de 82 cámaras de comercio que hay en España solo dos están dirigidas por mujeres, dentro de los órganos de dirección de las empresas del IBEX solo hay 160 mujeres de 823 personas en total y el Banco de España nunca ha tenido una gobernadora. "¿Dónde está el mérito, el talento y la capacidad?", se pregunta Buabent.
Para Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres y ponente en otra de estas charlas, "muchas están en su casa". Ella lleva cuatro años luchando para que, por fin, la conciliación sea una realidad. "Ahora mismo las únicas medidas de conciliación son la reducción de la jornada y la excedencia. Eso no son medidas de conciliación, son renuncias", denuncia Baena.
Incluso en algunos sectores en teoría más "feminizados" las mujeres soportan una discriminación. José María Palomares, de la Universidad Europea, insiste en que a pesar de que la mayoría de las profesoras de universidad son mujeres, la cosa cambia cuando nos fijamos en puestos más especializados o directivos, y todavía más en el caso de los rectorados, habiendo solo 7 rectoras en las más de 50 universidades públicas españolas.
Y hablando sobre si las cuotas son útiles o no, Palomares lo tiene claro: "Solo en los países donde se han establecido cuotas se ha avanzado de forma significativa". El directivo apunta que es importante la sensibilización para ir cambiando las cosas, pero que la pregunta y la clave de todo es "cuánto estamos dispuestos a esperar".
Pero no solo la educación desde el punto de vista de la docencia sufre este problema, también a nivel estudios, donde todavía parece que hay carreras de chicos y de chicas. Desde el Instituto de la Mujer han puesto en marcha varias campañas, entre ellas una para animar a las niñas a interesarse por las ingenierías. "Las niñas pueden hacer lo que quieran hacer. No hay sectores vetados", sentencia Buabent.