La posible causa del divorcio de Bill Gates: Jeffrey Epstein, el magnate condenado por tráfico de menores
Una información sobre el depredador sexual habría empujado a Melinda a separarse.
A principios de mayo, la pareja más rica del mundo anunció que su matrimonio de 27 años se había acabado. Bill y Melinda Gates anunciaron su divorcio ‘sentimental’, dado que seguirán trabajando juntos en su fundación. El patrimonio acumulado por el cofundador de Microsoft y su esposa, que supera los 200.000 millones de euros, en principio, tampoco será un problema para ellos a la hora de hacer cuentas.
Lo que sí fue un problema para la pareja es la presencia de Jeffrey Epstein en la vida de Bill Gates. Según Wall Street Journal, el vínculo del magnate condenado por tráfico de menores —que se suicidó en su celda en agosto de 2019— con el filántropo habría empujado a Melinda Gates a tomar una decisión tajante.
El diario estadounidense ha accedido a documentos que fechan el origen del divorcio en octubre de 2019. La fecha coincide con la publicación del New York Post en la que se revelaban varios encuentros hasta altas horas de la noche entre el magnate y el director ejecutivo de Microsoft en la casa del primero.
Ambos estaban, según el medio, en compañía de una mujer y su hija de 15 años, que habría sido una de las víctimas del depredador sexual. La información le explotó en la cara al empresario cuando ya había negado cualquier relación con el financiero.
“Bill Gates se arrepiente de haberse reunido con Epstein y reconoce que fue un error de juicio”, explicó su portavoz, Bridgitt Arnold. Él mismo reconoció más tarde que esas reuniones existieron, pero que “no estableció ninguna relación ni de negocios ni de amistad con él” y que nunca estuvo en las casas del magnate señaladas por la justicia.
Sus declaraciones contradecían informaciones como las de Daily Mail, que incidían en que los registros de vuelo a los que habían podido acceder prueban que viajó en el avión privado de Epstein de Nueva Jersey a Palm Beach, hasta su mansión.
El motivo de la reunión habría sido la intención de Epstein de convertirse en intermediario de uno de los fondos de la pareja. Sin embargo, parece que esta razón no terminó de convencer a Melinda, a tenor de las últimas noticias. Se lo había dejado claro a su marido en 2013, cuando se encontraron en un evento con él: no quería que tuviera la más mínima relación con Jeffrey Epstein.
El artículo del New York Post preocupó a la empresaria y la impulsó a contactar con diferentes abogados para asesorarse sobre el divorcio. Por ese entonces, Epstein estaba a punto de ser condenado.
No es el único famoso al que se ha vinculado con el fallecido. Donald Trump tuvo una estrecha amistad con Epstein y el príncipe Andrés de Inglaterra abandonó sus deberes en 2019 después de que se le relacionara con él. El expresidente de Estados Unidos Bill Clinton también se vio comprometido tras la publicación de unas fotografías en las que se le veía con algunas de las víctimas del depredador.
La ya expareja, que tiene tres hijos en común —Jennifer Katharine (25 años), Rory John (21 años) y Phoebe Adele (18 años)— no había firmado un acuerdo prematrimonial y Melinda no pedirá una pensión compensatoria porque no lo cree necesario. De hecho, han pactado separar sus bienes y mantener sus puestos directivos en la fundación.