El diseño activista de Fernando Laposse
Con su trabajo pretende concienciar de la peligrosidad del mundo globalizado y de la importancia de proteger el trabajo artesanal.
Diseñador mexicano afincado en Londres, Fernando Laposse expone y denuncia situaciones de gran relevancia en el mundo actual. Sus proyectos tienen un carácter educativo e informativo, abordando temas como la biodiversidad, el medio ambiente, la migración, la desaparición de comunidades y los impactos de la globalización en el trabajo tradicional. El diseño es su medio conductor para exponer estas problemáticas e intentar aportar soluciones para mejorar la situación actual.
Laposse se formó en en Central Saint Martins como diseñador de producto, y se acaba especializando en transformar materiales naturales, como el sisal, la hoja del maíz o la lufa, en piezas refinadas. Los materiales que emplea son fruto de investigaciones que el diseñador lleva a cabo para vincular sus piezas con la historia y la cultura de comunidades, en las que destacan las comunidades indígenas de México. Con ello, pretende impulsar el empleo local y concienciar sobre los desafíos que les supone el mundo globalizado.
En 2018, Fernado Laposse inauguró para el London Design Festival el Sisal Sactum, un paisaje sensorial y táctil que preptende dar un refugio del entorno urbano de Londres. Creado con sisa cruda, una fibra natural recolectada del cactus de agave, está compuesto por dos salas del citizenM, cada una con distintas texturas y con paredes que aparentan ser piel o alfombras. Para sentirse más relajados y seguros, un guardián peludo protege a los visitantes que sientan curiosidad por ver el santuario.
Además, en asociación con la comunidad de un pequeño pueblo de agricultores y pastores de Tonahuixtla, Fernando ha estado trabajando con ellos desde 2016 para intentar revertir la situación provocada por la agricultura industrial y apostar por los métodos agrícolas tradicionales. Las plantaciones industriales de maíz con las que competían les obligaron a usar técnicas más modernas con herbicidas, fertilizantes y semillas híbridas.
Las consecuencias fueron devastadoras, provocando la migración masiva, la erosión de la tierra y la pérdida de semillas nativas. Pero, gracias a este proyecto, dos años después de su comienzo, el maíz nativo regresó, lo que ha influenciado directamente en la mejora de la economía de Tonahuixtla. También se está creando empleo local para las madres jóvenes que trabajan transformando las cáscaras en el material definitivo.
Este proyecto recibió el nombre de Totomoxtle. Con él, se ha demostrado que, a través del diseño, pueden darse soluciones para cambiar la economía, sin olvidarnos de potenciar la vida tradicional y el trabajo artesanal de los pueblos indígenas. Por esta razón, la labor de Fernando Laposse es tan especial, sus diseños están llenos de significado, expresan la belleza, la historia y las sensibilidades de los ambientes en los que se inspira.
Reportaje publicado por Ana Quílez en White Paper by