Diputadas de izquierda polacas reproducen con sus vestidos la bandera LGTB para protestar contra el presidente Duda
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Polonia acaba de reelegir a su presidente, Andrzej Duda, un ultraconservador de manual. Además de católico radical y de eurófobo, el nuevo heredero de Ley y Justicia (PiS, uno de los partidos de la extrema derecha más fuertes del continente) es denunciado por los grupos de derechos civiles como “homófobo”.
Por eso, ahora que acaba de tomar posesión de su segundo mandato, cobra tanto valor el gesto que han tenido unas diputadas de izquierda, que se han puesto de acuerdo para elegir sus vestidos y formar con ellos una bandera arcoíris, símbolo del orgullo de la comunidad LGTB, toda una bofetada que está dando la vuelta al mundo en las redes sociales.
Como se aprecia en las imágenes de prensa como las de AFP, frente al negro, gris y blanco del Gobierno, el color de las contestatarias parlamentarias llamaba la atención en el hemiciclo, sin necesidad de posar.
“Nos intentan convencer de que son personas. Pero es simplemente una ideología”, es sólo una de las frases del nuevo presidente, pronunciada justo en una campaña en la que el respeto (o mejor, no respeto) a la igualdad ha sido uno de los ejes fundamentales. El derechista sostiene que las minorías sexuales intentan protagonizar un adoctrinamiento masivo de los polacos y por eso defiende, por ejemplo, las “zonas libres” (sic) de LGTB.
La enorme base cristiana del país lo ha aupado de nuevo, pero esta vez en lucha reñida con fuerzas menos escoradas, que apuestan por el respeto. Gestos como el de hoy demuestran que Polonia no es monolítica y hay quien aún pelea por los derechos de todos.