Dinamarca decide en referéndum si se suma a la política de defensa de la UE
La amenaza rusa tras la invasión de Ucrania ha provocado que los daneses se replanteen una excepción que dura tres décadas.
Dinamarca celebra este miércoles un referendo sobre la excepción a la política común de defensa y seguridad en la Unión Europea (UE) que mantiene desde hace tres décadas, convocado como respuesta a la intervención militar de Rusia en Ucrania.
Los 4,26 millones de daneses llamados a las urnas podrán votar entre las 8 y las 20 hora local (6.00 y 18.00 GMT), en una consulta en la que los partidarios de abolir la excepción mantienen una clara ventaja y solo el alto número de indecisos -un 20%- plantean cierta incertidumbre.
Dinamarca rechazó en 1992 en referendo el tratado de Maastricht, aunque lo aprobó un año después en una nueva consulta que incluía excepciones en cuatro áreas: unión monetaria y económica, defensa, cooperación policial y jurídica y ciudadanía, aunque esta última se considera intrascendente tras el Tratado de Ámsterdam.
¿Qué supone la excepción danesa?
La excepción en defensa supone que Dinamarca no puede participar en misiones militares de la UE -pero sí civiles- ni en discusiones ni negociaciones relacionadas con esa área, y le impide pertenecer a la Agencia de Defensa Europea y la Cooperación Estructurada Permanente (CEP).
Pero su condición de miembro de la OTAN ha reducido el impacto real, ya que Dinamarca ha participado igualmente en misiones militares de la UE pero bajo bandera de la Alianza, la ONU o subordinada a otros países.
El referendo fue el resultado de un acuerdo en defensa entre cinco fuerzas políticas que representan casi tres cuartas partes del total del Parlamento y están a favor de eliminar la excepción en esa área, a lo que se oponen las fuerzas más a la derecha y a la izquierda de la Cámara.
Los argumentos para el ‘sí’ y el ‘no’
La primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, ha apelado directamente a la guerra en Ucrania como causa directa, además de insistir en la necesidad de estrechar la cooperación europea y asumir “mayor responsabilidad” en la seguridad propia, aunque ha admitido también el carácter simbólico de la cuestión.
Los reacios a cambiar el actual modelo han apelado al tradicional escepticismo danés hacia Bruselas y avisado del peligro que puede suponer para su soberanía la creación de un hipotético ejército europeo.
La de hoy es la novena consulta relacionada con Europa que se celebra en Dinamarca y la tercera vez que una de las excepciones es sometida al voto popular: en las dos ocasiones anteriores, en 2000 sobre el euro y en 2015 sobre política jurídica, ganaron los partidarios de mantener el modelo.