Tras la pista del teletrabajador ausente: así los cazan los detectives privados
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Tras la pista del teletrabajador ausente: así los cazan los detectives privados

Currar en negro cobrando la ayuda por ERTE o decir que estás en cuarentena y bajar a la calle son otros de los casos detectados.

Los encargos para vigilar a teletrabajadores se han disparado durante la pandemia.Krisanapong Detraphiphat / Getty Images

La pandemia del coronavirus ha cambiado radicalmente muchos aspectos de la vida tal y como la conocíamos. Pero si algo no ha variado ni un ápice es el tópico cervantino de la picaresca española. Se nos dijo que de esta crisis sanitaria saldríamos más fuertes, pero de momento sólo queda constatado que algunos lo hacen con más pillería.

El teletrabajador que ficha telemáticamente, pero se baja a hacer a la compra o aprovecha para ir al gimnasio. El que llama a la empresa diciendo que ha estado en contacto con positivos y va a faltar para hacerse un test de antígenos o PCR, pero luego le pillan en la calle. Incluso el que se ha cogido una baja por ERTE, pero después está haciendo trabajitos en negro. Esta es la radiografía de los nuevos objetivos a vigilar que han proliferado en las agencias de detectives privados de nuestro país.

A la luz de estos casos, en la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), un referente del sector con implantación en todas las comunidades, han elaborado un informe de valoración. Han determinado que este tipo de servicios se han incrementado en regiones con un gran tejido empresarial como en Madrid, Cataluña, Valencia o algunas ciudades del País Vasco.

  La merma de gente en la calle ha supuesto un plus de dificultad a los seguimientos.Pekic / Getty Images

Se trata de una tendencia que también han constatado desde la Asociación Profesional de Peritos Judiciales y Detectives Privados (APPJD). “Antes era algo muy residual pero ahora ha aumentado el porcentaje de casos”, indican desde la directiva de esta asociación, sentenciando que buena parte del trabajo “es igual de novedoso que la implantación del teletrabajo”.

En cuanto al precio del servicio, fuentes de la APPJD también explican que varía mucho, en función del caso, el número de horas en el que se realiza el seguimiento y que hay empresas que incluso solicitan este tipo de encargos para seguir a grupos de teletrabajadores.

Tanto en la APDPE como en la APPJD concuerdan en que el perfil del contratante de este tipo de servicios puede tratarse de una gran empresa, de una pyme o incluso de autónomos con trabajadores a su cargo.

  En la mayoría de los casos, el empresario cuenta con indicios o sospechas previas sobre la infracción del trabajador.Seksan Mongkhonkhamsao / Getty Images

Los principales casos: así es el infractor

Antonio Labrador es detective de profesión y secretario de la APDPE. Conoce muy bien las irregularidades que se están cometiendo con el teletrabajo o las cuarentenas y afirma que “la picaresca campa a sus anchas”. Por ejemplo, cita al trabajador que llega una mañana y dice que tiene que quedarse en casa a la espera de un resultado de PCR por un contacto estrecho con un infectado. Pero después dice que fue una falsa alarma, que ha ido al médico a hacerse la prueba, pero “a lo mejor ha estado tres días en los que no se ha hecho nada”.

El profesional explica que con el teletrabajo también han identificado casos en los que, en una determinada franja horaria, empleados que tienen que realizar un tarea delante del ordenador “han sido detectado haciendo compras particulares, yendo al gimnasio, saliendo a pasear... realizando múltiples actividades, pero no la que hay que realizar”. Labrador señala que uno de los modus operandi con el trabajo en el ordenador es que “lo puede dejar en remoto y salir a la calle, sino toda la jornada, una horita”.

La picaresca campa a sus anchas
Antonio Labrador, detective y secretario de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE)

Pero no todas las infracciones que se investigan pasan por no trabajar, precisamente una de ellas es hacerlo, pero al tiempo que se cobra una prestación por ERTE. “El fraude está instalado de forma inmemorial y porque ahora estemos en pandemia eso no iba a cambiar”, recuerda el secretario de la APDPE, explicando que hay quien está acometiendo trabajos paralelos mas “están cobrando del ERTE y de un trabajo que hacen sin ninguna garantía, ni ninguna seguridad”. Este hecho no se da sólo con los empleados, sino que también ocurre con las empresas.

En la mayor parte de los casos, el perfil de los investigados tiene un claro factor en común, y es que el empresario ya tenía sospechas previas sobre este.

El fraude está instalado de forma inmemorial y porque ahora estemos en pandemia eso no iba a cambiar
Antonio Labrador, detective privado

Antonio Labrador también destaca que han recibido encargos para comprobar que se respetan las medidas de restricción, por ejemplo, que un bar no esté abierto más allá del horario permitido. Se tratan de encargos que no afectan sólo al sector de la hostelería o la restauración, sino a cualquiera en la que se trabaje de cara al público y haya alguna queja.

“La figura del detective también está ahí para introducirse como un cliente, una persona más”, comenta el investigador de comprobaciones relativas a que un empleado no lleve correctamente la mascarilla o que no existan elementos de higiene como el gel hidroalcohólico o el uso de guantes, según sea obligatorio o no.

  El método de seguimiento más habitual consiste en llevar la vigilancia ante el domicilio del teletrabajador sobre el que se tienen sospechas.Elena Semenova / Getty Images

¿Cómo funciona el seguimiento?

El campo del absentismo laboral y las irregularidades en las bajas no es nuevo en el sector de la investigación privada, pero los casos ligados al teletrabajo y la metodología a emplear sí lo son. La manera de trabajar, aunque mantiene su esencia habitual, ha cambiado. Labrador explica que “al haber menos gente en la calle los seguimientos son de formas diferentes, se deben invertir posiblemente más horas”, al igual que la forma de proceder del detective, “dadas las restricciones que hay para acceder a determinados lugares”.

Es evidente que cuesta más pasar inadvertido en poblaciones donde hay o había implantadas limitaciones a la movilidad de trabajadores no esenciales. No obstante, todo varía en función al período temporal y de la distinta aplicación de las medidas del Estado de Alarma en cada comunidad autónoma.

Pedimos un margen de diez a quince días en los que preparamos el trabajo concienzudamente
Antonio Labrador, investigador privado

Sin embargo, Labrador explica que la dinámica habitual del detective consiste en instalar un dispositivo de vigilancia ante el domicilio del investigado y recopilar en vídeo y fotografías todo lo que sea susceptible de infracción. No obstante, previamente se realiza un trabajo de documentación: “Cuando los clientes vienen a nuestro despacho normalmente pedimos un margen de diez a quince días en los que preparamos el trabajo concienzudamente”. Eso consiste en rastrear todas las redes sociales públicas para luego crear un perfil en el que analizan todos los lugares que frecuenta y sus afinidades.

Después comienza el trabajo de campo, del que el profesional indica que suele abarcar entre cinco y siete días, en el que recaban pruebas que puedan acreditar “las sospechas del empresario”, filmando todos los movimientos. Tras estas tareas llega el momento de realizar el informe en el que se integran las grabaciones e imágenes analizadas. Este trabajo es esencial de cara a un juicio, puesto que en base a la Ley de Seguridad Privada, el testimonio del detective es el de un testigo cualificado. Son los únicos profesionales que pueden aportar este tipo de pruebas.

  La mayoría de detectives rechazan la imagen creada sobre la profesión a través del cine y la televisión.Cyano66 /Getty Images

Más allá del mito de la gabardina de Bogart

Antonio Labrador reconoce que “la profesión del detective tiene que ser vocacional porque es dura, tanto en invierno como en verano”. Sobre este oficio y su profesionalidad indica que hay gran desconocimiento en España. Hay mucho más allá del mito forjado a base de las películas de Humphrey Bogart, de las novelas de Raymond Chandler o de las series de televisión. “Flaco favor nos hace a los que estamos en la calle”, apunta sobre esta visión.

“El detective privado en España es el mejor formado de toda la Unión Europea”, explica este directivo de la APDPE, detallando que es necesario una titulación universitaria de 180 créditos y que en la mayoría de los despachos hay perfiles multidisciplinares con criminólogos y especialistas en derecho. Además, siempre se están renovando a través de cursos de formación para ampliar sus conocimientos en nuevas áreas, como es el ámbito de la tecnología, tan necesaria ahora al hilo del teletrabajo.

Cada día es un caso distinto, hoy estás en un escenario y mañana están en otro. No hay lugar a la monotonía
Antonio Labrador, detective

Labrador también rechaza la visión de que el detective privado sólo se dedica a documentar infidelidades, apuntando que tras los cambios producidos en la Ley de Enjuiciamiento Civil, este tipo de pruebas ya no tienen validez y no son causa inmediata de separación o divorcio.

“Cada día es un caso distinto, hoy estás en un escenario y mañana estás en otro. No hay lugar a la monotonía”, desvela este detective de lo que le enamoró de su profesión.

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es