'Despacito' de Luis Fonsi: los 'efectos colaterales' del éxito de 2017
Está a punto de convertirse en la canción más reproducida de la historia de la plataforma musical y es la primera en español en alcanzar el nº 1 en EEUU desde la 'Macarena'.
Que levante la mano quien, a estas alturas de la película, no haya escuchado Despacito. A ver... No, ni una sola mano levantada. ¿Raro? Más que eso: extraordinario.
Más allá de que muchos la califiquen como cansina o repetitiva (cosa que no es culpa de la propia canción, obviamente) el tema del puertorriqueño Luis Fonsi —en el que participa Daddy Yankee— se ha convertido en un éxito sin precedentes. No es una frase hecha: está cerca de ser la canción más escuchada de YouTube de todos los tiempos, superando a Gangnam Style y a See you again de Wiz Khalifa. Su videoclip se estrenó el 12 de enero, en dos meses logró 500 millones de reproducciones y en menos de siete roza los 3.000 millones (y cada reproducción implica que se le dé al play durante alrededor de 30 segundos, explican desde esta plataforma).
El tema, según EFE, está a punto de ser el que tiene mayor número de reproducciones en toda la historia de la música en plataformas de audio, como Spotify o Youtube: más de 4.500 millones. En España es disco de diamante por lograr 80 millones de reproducciones en streaming. No hay más que ver cómo han subido las búsquedas de su autor en YouTube entre julio de 2016 y julio de 2017.
Además, Despacito ha logrado liderar (durante nada menos que 15 semanas) las listas de éxitos de Estados Unidos, algo histórico que no lograba ninguna canción en español desde agosto de 1996: la Macarena. Antes que ella, solo otra en español había llegado a la cima: La Bamba, cantada por Los Lobos, en agosto de 1987.
El tema del momento fue escrito hace dos años por el propio Fonsi y por la letrista panameña Erika Ender, y ambos la compusieron en el salón de la casa del cantante. La autora, que ha trabajado para Chayanne, Gloria Trevi o Malú y que ha ganado un Grammy, también ha grabado su propia versión.
Para Ender, "el mundo entero está cantando y bailando en español, creo que ese ha sido el logro más grande, independientemente de quienes hayamos escrito la canción o de quienes la interpreten o la produzcan". Tanto que ha habido miles de versiones (Google arroja más de 38 millones de resultados al buscar "Despacito covers"), algunas de ellas con 5, 15 o hasta casi 30 millones de reproducciones. Todas muy bien acogidas por sus creadores. Todas, menos una: Ender, Fonsi y Daddy Yankee se opusieron a la utilización política del tema por parte de Nicolás Maduro.
Pero, ¿qué otras cosas ha logrado ese pasito a pasito, suave, suavesito... que nadie logra se quita de la cabeza? ¿Qué efectos colaterales ha tenido? Aquí, una lista en la que seguro que te reconoces. Tiempo de lectura aproximado: el que dura la canción. Dale al play y sigue.
El español de todo el mundo es hoy más latino que nunca gracias a la palabra "despacito", que una gran parte de la población hispanohablante pronuncia "despasito". El ceceo se pierde en esa ce que se hace líquida y se convierte en ese. 400 millones de eses líquidas por todo el mundo. Olvídalo: nunca más dirás la ce de la palabra despacito. Lo mismo que no dejarás pasar cada vez que te digan "suave" para replicar "suavesito".
Vale, sabemos que las canciones del verano no son precisamente un dechado de poesía y letras profundas... pero esa reiteración de -ito -ito -ito en Despacito no puede ser más simple... y efectiva, vale. Que se lo digan a Shakira que, con su "qué boca más redondita, me gusta esa barbita", ha seguido la misma estela. Pasito a pasito, fácil, facilito.
En una época en que lo latino no vive precisamente su momento de mayor acogida en Estados Unidos, Fonsi y su tropa bailonga han venido a plantarse en las narices de Donald Trump y a colarse 15 semanas en la cima de las listas de éxitos yankis. ¿Veremos al presidente menear las caderas al ritmo de "Tú, tú eres el imán y yo soy el metal"?
¡Sorpresa! Ahora todo el mundo se anima a cantar en español: desde los youtubers más famosos a los BackStreet Boys hasta Justin Bieber (bueno, si consideramos que "Dorito" sea una palabra en español...). ¡Más poder latino!
Eres parte de la tripulación de Ryanair y tienes que vender esas odiosas papeletas. ¿Qué haces? Cantar Despacito, claro. O eres una compañía de telefonía y buscas vender lo que sea: también sirve, y si no lo puedes usar, te inventas un Rapidito. Y lo mismo para todo: para dar a conocer el mundo rural, prevenir los abandonos de perros y hasta para concienciar contra la violencia de género.
"Vamo' a hacerlo en una playa en Puerto Rico", canta Fonsi en una de las frases más laureadas del tema. Además, los primeros acordes no son de una guitarra: salen de un cuatro puertorriqueño, un instrumento clásico de la isla. Daddy Yankee también es natural de allí, como lo es Zuleyka Rivera, exMiss Universo 2006 y protagonista del vídeo, grabado en ese país. Puerto Rico se ha colocado en el centro del mapa gracias al tema.
Con permiso de Luis Fonsi, por supuesto, Ramón Luis Ayala Rodríguez, es decir, Daddy Yankee, se ha convertido en el gran ganador de Despacito. Apenas canta alguna línea y hace algún coro, pero, como él dice, fue quien metió el "pasito a pasito" en la canción. Y eso, querido Daddy, es lo mejor que has hecho desde Gasolina.
Sorry, Enrique. Tú quieres que te subamos la radio, que esta es tu canción. Pero este verano no lo has conseguido. Vuelve a intentarlo en 2018, ya si eso.
¿Se te ha ocurrido mirar fotos del cantante de hace cinco o diez años? Porque el reloj parece que va en la otra dirección para él: está más guapo, más delgado, más moderno y más estiloso. De un clasiquísimo y algo trasnochado galán se ha reconvertido en todo un fuckersensual conquistador latino de pelo para arriba, pitillos y camisas de cuadros. Lo que Despacito no pueda hacer por ti...
Lo sabemos. Como hayas tenido boda, después del vals cae el Despacito. En las fiestas de tu pueblo, para abrir la verbena, el Despacito. De fin de fiesta, el Despacito. En cualquier discoteca, el Despacito. En un festival de música electrónica independiente, como Tomorrowland, el Despacito. Que somos heavys y queremos hacernos virales, pues el Despacito, perdón, Metalcito. Ay. Tus pobres oíditos. Sin ánimo de ser agoreros, es probable que haya Luis Fonsi en cada baile de boda/bautizo/comunión hasta 2050. Aunque ahí, amigos, es cuando la amaremos y apreciaremos de verdad. Tiempo al tiempo.
¿No te bastaba con la música? Pues póntelo en el pecho y bien grande. Marcas de ropa como Bershka han lanzado una línea de camisetas y bodies en las que se lee DES-PA-CI-TO. O lo amas o lo odias, está claro.
El éxito de la canción ha sido tal que Luis Fonsi es el encargado de clausurar (el domingo 30 de julio) el ciclo de conciertos Universal Music Festival, que tiene lugar nada menos que en el Teatro Real de Madrid. Inaugurado por Sting, por el escenario del Real han pasado Pet Shop Boys, James Rhodes o Tom Jones. ¿Las primeras entradas que se agotaron para el ciclo? Las de David Bisbal (que tocaba un mes antes) y las de Luis Fonsi.
... porque al menos tú puedes. ¿No presumimos tanto de libertad de expresión? Pues hala, esto también está incluido. En Malasia tienen menos, y los canales estatales la han prohibido por su "letra obscena". ¿Habrán prohibido también el videoclip? Porque la cosa está que arde...
Nadie es capaz de adivinar el futuro pero, puestos a mirar la bola de cristal del año próximo, tiene pinta de que en 2018 el fenómeno Fonsi seguirá explotándose. Si ya lo hizo Enrique Iglesias durante varios veranos a partir de su Bailando o Shakira desde que triunfó con el Waka Waka, raro sería que esta gallina de los huevos de oro —que ha ido todavía mejor que esas y desde meses antes— no siguiera exprimiéndose. Fonsi, ve preparándote la cuenta bancaria para tu próximo hit.