Desmantelan el primer nudo eólico de España por problemas medioambientales
Ocupaban una zona sensible para el urogallo cantábrico, una especie catalogada como en “peligro crítico de extinción”.
En plena urgencia climática y de biodiversidad, España desmantelará por primera vez varios aerogeneradores por motivos ambientales. En el foco de la polémica está el nudo eólico de Villameca, en León, del que ya se ha iniciado la tramitación para el desmantelamiento de los aerogeneradores más problemáticos tras más de 20 años, según ha publicado León noticias.
Hace 23 años se proyectaron en la zona de Omaña-Cepeda, en León, 437 aerogeneradores distribuido en 22 parques eólicos conectados por cinco tramos de líneas de alta tensión. Además, ocupaban una zona sensible para el urogallo cantábrico, una especie que ya entonces estaba catalogada como en “peligro crítico de extinción”.
De hecho, varios de esos parques se enmarcan dentro de los últimos refugios de estas aves. A través de un comunicado recogido por Europa Press, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica explicó en julio que los tres complejos, construidos hace más de una década, fueron paralizados por la vía judicial por, entre otros motivos, esa “afección directa” sobre la especie.
Ocho de los parques, según resalta el mismo medio, no llegaron a ser autorizados, pero ya entonces, SEO/BirdLife, junto con otras organizaciones, mostró su firme oposición a este complejo y consiguió, tras la presentación de varios recursos administrativos y contencioso-administrativos, frenar la instalación de otros ocho.
La primera de las sentencias, de 14 de abril de 2008, anuló la autorización del PE Murias II y abrió camino a otras muchas. Sin embargo, los retrasos en la publicación de las autorizaciones de algunos parques y su tramitación por separado impidieron la obtención de medidas cautelares en todos los procedimientos y llegaron a construirse varios de esos parques (64 aerogeneradores repartidos en 6 parques).
Ante esto, la organización recurrió sus autorizaciones en base al inadecuado estudio del impacto individual y acumulado de estas infraestructuras sobre la especie y su hábitat. Este proceso derivó en sucesivas sentencias que daban la razón a SEO/BirdLife y anulaban las autorizaciones, pero que dejaban abierta la puerta a reiniciar los trámites, entrando en una situación que impedía el funcionamiento de los parques pero que no zanjaba del todo el conflicto.
Desde entonces, la organización ambiental no ha cesado de buscar una solución definitiva para garantizar la compatibilidad de las infraestructuras con la especie y su hábitat. Así, en 2020, después de largas negociaciones, se alcanzó un acuerdo entre empresas promotoras y SEO/BirdLife que aseguraba la retirada de los aerogeneradores más conflictivos, fondos adicionales para las medidas de conservación de la especie y un incremento en los beneficios para la población local del territorio donde se ubican los parques.