Descarga tu rabia contra los 'memojis' de los candidatos y luego ve a votar
Hemos construido sus 'alter egos', pero lo ideal es que hasta el domingo te relajes haciéndolo tú mismo.
Estás cabreado de que te hagan volver a las urnas, de escucharles decir con la boca grande que ahora sí que van a desbloquear la situación, de ver cómo han puesto en bandeja a la ultraderecha una segunda oportunidad para crecer. Lo sabemos. Pero más te cabrearás cuando veas a ministros de Vox decidiendo sobre tu día a día.
Así que, usa sus memoji como ‘sparring’. Hemos construido sus alter egos, pero lo ideal es que hasta el domingo te relajes haciéndolo tú mismo. Ni te imaginas la satisfacción que da decidir la cara que mejor reflejará su estado de ánimo la noche electoral a medida que van decidiendo los datos electorales. ¿Se le caerá una lagrimita a Sánchez, le estallará la cabeza a Rivera, subirá el pulgar Casado, guiñará el ojito Iglesias al presidente en funciones, ordenará silencio con el dedo delante de la boca Abascal a todo el que no piense como él?
Lo que es seguro, es que a estas alturas todos están usando el memoji que cruza los dedos.
El ‘memoji’ de Sánchez
Nos ha quedado un poco Ken -el novio de Barbie- y más expresivo de lo que es al natural. Quizá despierte del sueño reconfortante de su nuevo colchón en Moncloa siendo capaz de mostrar alguna emoción. En versión ‘memoji’ gana naturalidad cuando aflora algún sentimiento, ya sea llanto ante un fracaso o con los ojos estrellados de alegría incrédula.
El ‘memoji’ de Casado
El domingo por la noche puede acabar muerto de amor por Santiago Abascal y todo Vox, sometido a las aberraciones anticonstitucionales, xenófobas y machistas que propone su viejo amigo. El último gesto de ese amor incondicional ha sido aprobar en la comunidad de Madrid la ilegalización de los partidos independentistas. Pero también puede terminar guiñando el ojo a Sánchez empujado por los poderes del Ibex 35. O lanzando exabruptos contra los demóscopos que le dieron demasiadas esperanzas.
El ‘memoji’ de Albert Rivera
Como reivindica tanto el naranja, hemos seleccionado ese tono naranja de piel y lo hemos rebajado un poco. Piel de cocodrilo va a necesitar para sobrevivir la noche del 10-N. Desde que le reviente la cabeza al pasar de ser la esperanza blanca de la derecha al último de la fila, a echarse las manos a la cabeza incapaz de procesar la debacle.
Aunque lo más probable es que tire de método Stanislavski y sobreactúe partiéndose de risa como si no hubiera pasado nada.
El ‘memoji’ de Pablo Iglesias
Si algo está claro es que el gesto de ‘memoji’ atusándose el mentón, retrata al líder de Podemos. Le encanta poner caras de sesudo, no le falta ni el entrecejo fruncido como si estuviera siempre resolviendo los grandes dilemas de la humanidad. El ‘memoji’ del centro retrata ese momento de ’ya estamos otra vez en el mismo sitio ¿me das una vicepresidencia o me vetas?
El de la uve de victoria va dirigido a Errejón, porque pase lo que pase siempre podrá lanzar un ‘fuck you’ a su ex amigo.
El ‘memoji’ de Santiago Abascal
“Españoles, arriba España”. El ‘memoji’ del brazo en alto parece encargado por Vox a Whatsapp. Este personaje que ha empezado la Reconquista con dinero de los iraníes se cabreará a tope cuando le recuerden que él, que parece un califa, no puede perseguir “a los moros” como Santiago y cierra España. Con todo, será un personaje feliz la noche del 10-N, dispuesto a celebrarlo en el chalé ilegal de sus amiguetes, la pareja Espinosa- Monasterio, tapizado con la bandera de España.
El ‘memoji’ de Íñigo Errejón
Sudando la gota gorda durante el escrutinio: de 13 o 14 diputados que le daban los demóscopos cuando anunció que se presentaba, a “vaya usted a saber”. Con la engañosa inocencia de un bebé, boquiabierto y sorprendido cuando se confirmen las expectativas y vuelva al Congreso, pero en el grupo mixto, la clase de los alumnos con notas más flojas. Los pucheros sirven para contestar a las pullas que le esperan de Iglesias y darle penita, o en caso de que se obre el milagro, pedir a Sánchez el ministerio de la Juventud.
Ya sabemos que este ejercicio es una gilipollez pero con arrancarte una sonrisa nos vale.