Desalojan en Torremolinos un festival con entradas agotadas y sin medidas anti-covid
El Matrix Sun Festival concentró a más de cien personas, aglomeradas y sin respetar las distancias de seguridad.
Una multitudinaria fiesta en una sala de Torremolinos (Málaga), en la que había más de un centenar de hombres sin camiseta, aglomerados y sin respetar las medidas de seguridad, tuvo que ser interrumpida esta madrugada por la Policía Local y los vídeos de ésta han causado polémica en las redes sociales.
El desalojo por parte de los agentes tuvo lugar poco antes de la hora del cierre cuando la Policía Local –cuya comisaría se encuentra a dos calles del recinto donde se celebró la fiesta- instó a los organizadores del evento a cerrar la discoteca, situada en una importante avenida del municipio.
Los organizadores del evento cumplieron con la orden de los agentes y se desalojó el recinto sin incidentes, si bien se pusieron algunas sanciones a aquellos asistentes que se resistieron o dieron “problemas”, según han explicado a Efe fuentes del Ayuntamiento de Torremolinos.
El evento, que recibe el nombre de “Matrix Sun Festival” se ha celebrado en diferentes salas o discotecas del municipio desde el pasado lunes y tenía previsto terminar este domingo, aunque el Consistorio ha iniciado el trámite para que esta noche no se celebre la fiesta prevista.
Algunos vídeos de la fiesta se han viralizado en redes sociales y tanto los asistentes como los organizadores han recibido muchas críticas de los usuarios de Twitter por no cumplir las normas establecidas por los diferentes gobiernos para hacer frente a la pandemia.
“Qué vergüenza” o “si se permite este tipo de fiesta deben eliminarse restricciones de aforo y horario en cualquier lugar” son algunas de las reacciones de los usuarios de la red, que también se preguntan por qué se permite esa aglomeración y sin embargo se limitan otros espacios como estadios o parques infantiles.
El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
