Tras la derrota de Mélenchon, ¿cómo será el futuro de Francia Insumisa?
¿Cómo aprovecharán el patrimonio electoral cosechado por Mélenchon tras su marcha?
¿Cómo mantener viva la izquierda tras las elecciones? Esa es la pregunta que se hace Jean-Luc Mélenchon desde las 20 horas del domingo. El candidato de Francia Insumisa no se clasificó para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales... por 400.000 votos.
Una cruel decepción para los insumisos, a la vista de la escasa distancia que separa a Mélenchon de Marine Le Pen. Pero de esta derrota con el 22% de los votos se pueden extraer, a pesar de todo, algunos motivos para el optimismo. Ahora, Francia Insumisa puede ponerse el traje de amo único de la izquierda. Es una posición hegemónica que los insumisos tratarán de aprovechar... pero posiblemente sin él.
Si Jean-Luc Mélenchon cumple su palabra, esta candidatura presidencial habrá sido la última para él. Mélenchon, de 70 años, no ha dejado de ganar votos en sus sucesivas candidaturas, pero quiere dar el relevo a las nuevas generaciones. “Hacedlo mejor, que no está lejos”, dijo al concluir su emotivo discurso de derrota. ¿Antes de retirarse por completo? Probablemente no.
Los lugartenientes de Mélenchon han reafirmado desde la publicación de los resultados de la primera vuelta que el veterano político ya no será candidato a la presidencia. Cumplirá 75 años en 2027. “Creo que lo ha dicho muy claramente”, respondió este lunes en franceinfo el número dos de Francia Insumisa, Adrien Quatennens. “Eso nos pone en una situación de responsabilidad para lo que viene, porque no podemos prescindir así como así de una figura política como Jean-Luc Mélenchon”.
Sin embargo, Manuel Bompard, su jefe de campaña, ha dejado la puerta abierta al declarar para Le Monde que “todo puede pasar”, por lo que es lícito preguntarse si se presentará a las próximas elecciones legislativas.
¿Podría el insumiso, que ha hecho de la Asamblea Nacional su terreno de juego político preferido en los últimos cinco años, volver a la carga? “Seguirá en la batalla a nuestro lado”, respondió Manuel Bompard en el plató de BFMTV, sin saber “exactamente cuál será su posición”. La posibilidad no se excluye en absoluto.
Un “amigo cercano” del ahora excandidato confirmó la posibilidad a la agencia AFP. “No creo que sea en Marsella porque está muy lejos”, dijo. Sobre los rumores de que estará en París, esta fuente responde: “Hay algunas circunscripciones bonitas, sobre todo en el noreste [donde quedó primero en muchas de ellas], pero hay muchas circunstancias que debemos respetar, para no pisar a nadie y saber dónde aterrizamos”.
En esta avalancha de incertidumbres, una perspectiva parece más clara que las demás: si Marine Le Pen alcanzara la presidencia, provocaría casi automáticamente la candidatura de Mélenchon en las elecciones legislativas, obligado a buscar la posición de líder de la oposición tras “el hundimiento de La República En Marcha”, dice esta misma fuente. Una mayoría corta para Emmanuel Macron también sería un posible motivo para presentarse.
Si no vuelve a ser diputado, prosigue esta fuente, Jean-Luc Mélenchon asumirá la presidencia del Instituto La Boétie, el laboratorio de ideas de Francia Insumisa, para saciar su sed de divulgación y de investigación intelectual, como afirmó el lunes Le Parisien. ¿Podrá entonces desempeñar, como Nicolas Sarkozy en la derecha, el papel de figura de autoridad?
Además de estas cuestiones individuales, el futuro de Francia Insumisa no pasa solo por el cargo que ocupará Mélenchon. Tras su retirada efectiva surgirán dudas inevitablemente: ¿cómo organizar el partido a partir de entonces? ¿Cómo aprovechar el patrimonio electoral cosechado por Mélenchon a lo largo de los años? Y, sobre todo, ¿cómo organizar la sucesión sin provocar una guerra interna?
Previendo el desafío, el Mélenchon trató de hacer surgir nuevas figuras en su partido. Por ejemplo, confió la elaboración de su programa a Clémence Guetté, dio las llaves del partido a Adrien Quatennens y legó la presidencia de los insumisos a Mathilde Panot el pasado otoño. “El objetivo es mostrar que hay muchos otros rostros en esta nueva generación”, dijo en una entrevista con la edición francesa del HuffPost en octubre.
Seis meses después, la tarea sigue inconclusa. “Este hombre no es reemplazable en el panorama político”, dicen los posibles candidatos al escaño. Podrían ser muchos. “Llegará tarde o temprano”, aseguró Adrien Quatennens en France Inter el lunes. Y añadió: “Cuanto antes, mejor”. Deben superar su ausencia para pensar en el futuro.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.