El pacto de Demi Moore con el diablo... ¿o con el cirujano?

Con cerca de 60 años Demi Moore sigue conquistando al público. Para la intérprete parece no pasar el tiempo —si no que se lo digan a sus jovencísimas parejas—.

La protagonista de Ghost no es un caso aislado y son muchas las actrices o cantantes que, pasados los 40, son atractivos reclamos para marcas o diseñadores. Es el caso de Penélope Cruz, Eva Longoria, Julia Roberts, Cate Blanchet o Charlize Theron.

Demi Moore fue precisamente una de las estrellas del último desfile de Savage X Fenty, la colección de lencería de Rihanna el pasado octubre. Y lo ha vuelto a hacer este miércoles al desfilar con la firma Fendi en París; una aparición estelar que ha generado toda una oleada de teorías por su llamativo cambio de aspecto.

A sus 58 años, Moore sigue ocupando titulares y espectaculares portadas con desnudos incluidos. Pero a la actriz que se convirtió en una de las caras más bonitas de Hollywood gracias a su papel Ghost, no han dejado de perseguirla otros fantasmas: los de los rumores sobre sus supuestas operaciones estéticas. Ella, lo ha negado en múltiples ocasiones. “Son como insultos en el patio del colegio. Duele que se cuestione todo el tiempo. ¿Sabes? Quizás algún día pase por el quirófano, pero me irrita que eso se cuestione constantemente”, declaró en Vanity Fair en 2010.

Aunque lo que sí ha admitido es exigirse demasiado a nivel físico con unas estrictas dietas y ejercicio físico. “Tenía una obsesión extrema con mi cuerpo. Lo convertí en una vara para medir mi valor. Traté de dominarlo y lo conseguí varias veces, pero nunca duró y, cuando lo hizo, solo me trajo felicidad temporal. ¿Estar delgado soluciona algo? No. Lo irónico es que cuando abandoné ese deseo de dominar mi cuerpo, se convirtió en el que siempre quise”, señaló entonces.

Más allá de lo que haya hecho o dejado de hacer dentro del quirófano, lo que está claro es que Moore es envidiable pase el tiempo que pase.