Del postureo a la mentira en las redes sociales
Mentir en redes sociales (RRSS) puede ser más fácil que en la vida real. Una de las características de las RRSS es que proyectas una imagen, por ello si mientes puedes querer potenciar ante los otros una determinada imagen favorable que queremos que tengan de nosotros. La principal razón para mentir en las RRSS es la vergüenza o intentar evitar el deterioro de nuestra reputación e imagen.
La función de mentir es, además de ocultar la verdad, la de querer dar una buena impresión ante los demás, dotando al mentiroso de (una falsa) seguridad y confianza en sí mismo, evitando lo que considera sería si no una vergüenza pública y/o valoración mala de los demás.
El problema del mentiroso es que al mentir tanto y forzar al máximo para que no se note se acaba convirtiendo en un actor que representa un personaje y quiere resultar creíble: esforzarse tanto, como si uno fuera esa persona inventada, que realmente uno puede llegar a confundirse y olvidar quien es realmente. Se creen sus propias mentiras a base de mentira tras mentira, lo sienten tan real que lo pueden llegar a creer.
Los motivos que nos llevan a mentir habitualmente
A falta de tener una autoestima sana podemos dejarnos llevar por la inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados tal como somos, y podemos caer en la tentación de mentir acerca de nuestra realidad y nuestras capacidades y así intentar causar una buena impresión a los demás. En ocasiones queremos expresar el ser más inteligentes, más formados, guapos, más poderosos o aparentar más poder adquisitivo de lo que en realidad tenemos.
De mentir nadie se salva. Puede existir una baja autoestima, miedo a ser menos que los otros, miedo a no conseguir lo que deseas a nivel profesional, miedo a no tener la confianza de su entorno, miedo a que no ser queridos o apreciados, miedo a no ser respetado y miedo a perder algo.
El motivo básico por el que faltamos a la verdad es porque somos fundamentalmente sociales, interactuamos cotidianamente con diferentes tipos de personas y queremos sacar el máximo beneficio posible tanto social como emocionalmente.
Causas que nos llevan a mentir en las redes sociales
Existen tres causas básicas para mentir:
1. Por ocultación, encubriendo la realidad. Las mentiras por motivos de ocultación tratan de no dar toda la información de manera intencional. El encubrir y no mostrar algunos elementos en las redes sociales puede llevar a que los demás hagan una falsa interpretación de la realidad. La psicología explica la mentira, también cuando se engaña omitiendo la verdad por medio de descripciones superficiales o muy generales, silencios, respondiendo a las preguntas con evasivas, fingiendo emociones que no se siente, como el enfado, la ira o la indignación. También con las verdades a medias sin mostrar los elementos importantes de la información, logrando desviar la atención y así provocar una interpretación errónea de los hechos.
Expresar la verdad de forma extrema o errónea es también un modo de mentir: “Sí, yo voy engañado a la gente por la calle”.
2. Por confundir o engañar. En psicología hablamos de falsificación cuando expresamos una información falsa o inventamos una historia falsa para confundir o engañar. El mentiroso proporciona datos, detalles o explicaciones como si fueran verdad. La falsificación exige un mayor esfuerzo mental, construir una realidad falsa resulta más costoso siempre que exponer la verdad.
3. Por socializarnos. Las personas que se expresan totalmente sinceras pueden llegar a quedarse muy solas, ya que cuando se expresa la verdad sin filtros esta puede ofender a los otros. Si dices lo que piensas sin temor a lo que los demás puedan interpretar, resulta habitualmente incómodo o inapropiado para los demás. Por ello, ser honesto y no mentir no siempre es lo mejor desde el punto de vista social. De todas las maneras las personas honestas son más respetadas y ofrecen más confianza a los demás.
Lo peor de nuestra relación con las redes sociales puede ser el que por querer dar una buena imagen nos distanciemos tanto de nuestra realidad que trasmitamos nuestra vida contada por falsos momentos y no por experiencias reales, creado una realidad paralela falta de verdad. Esto nos genera un bienestar muy instantáneo y nada sólido.