Deja de pagar tu irritación con los demás cambiando estos cinco hábitos
Algunas de las estrategias que utilizas para distraer la mente de los pensamientos negativos suelen empeorar tu estado de ánimo.
Las investigaciones demuestran que el cerebro está programado para centrarse en lo negativo, y lo cierto es que están pasando muchas cosas malas en el mundo ahora mismo, lo que da muchas opciones para darle vueltas a la cabeza.
Irónicamente, algunas de las estrategias que utilizas para distraer la mente de estos pensamientos suelen empeorar tu estado de ánimo. Nosotros mismos acabamos agravando el problema que estábamos tratando de resolver. En lugar de recurrir a estos comportamientos sin sentido, “tenemos que pensar en cómo sustituirlos por un mecanismo de afrontamiento mejor”, afirma la psicoterapeuta Susan Zinn.
Lee a continuación algunos de los errores más comunes que agravan tu propia irritabilidad y qué puedes probar en su lugar.
El mal humor por hambre no es un falso mito. Cuando el nivel de glucosa en sangre es muy bajo, se libera una cascada de hormonas entre las que se encuentra el cortisol, la hormona del estrés.
Heather Kent, escritora y psicoterapeuta especializada en recuperación de traumas, afirma que la falta de energía nos hace sentir “irritables, cansados, perezosos y molestos. ... Nos volvemos menos tolerantes con las cosas”. Según añade, también puede repercutir en tu capacidad de concentración y en tu rendimiento, lo que al final aumenta la frustración.
Prueba a poner una alarma cada pocas horas para pensar en tu nivel de hambre, o programa descansos para comer a lo largo del día.
Justo cuando se supone que deberías calmar tu mente y tu cuerpo para dormir, te pones tu serie policíaca favorita. Aunque estos programas no afectan a muchas personas, a otras pueden provocarles irritación y un bajo estado de ánimo después de terminar un episodio. Esto puede ser especialmente problemático por la noche, porque tiende a provocar un sueño con interrupciones.
“Quedarte viendo la tele por la noche hace que te quedes despierto hasta más tarde y entonces digas: ’Mierda, me quedan cinco horas para dormir”, comenta Kent. “Y cuando duermes mal, al día siguiente te sientes más irritable”.
Para solucionarlo, escoge series o programas más relajantes por la noche y guarda las más intensas para otro momento.
Es muy fácil que se te escapen las horas de luz, sobre todo en invierno y cuando trabajas. Si llegas al final del día y ni siquiera ha puesto un pie en la calle, puede ser un hábito que te esté causando irritación.
Zinn recomienda una táctica respaldada por los estudios para mejorar tu rutina matutina y reducir tus niveles de irritación: a los 30 minutos de despertarte, sal a dar un paseo y exponte a la luz natural.
Además, recomienda retrasar la taza de café de la mañana unas horas en lugar de tomarla a primera hora. Dado que la cafeína es un estimulante, puede provocarte nerviosismo o estrés desde el primer momento en lugar de permitirte un poco de calma.
Sal de la cama, recibe tu dosis de vitamina D, empieza el día y ya te tomarás el café más adelante.
Zinn asegura que la gente chequea su móvil casi 50 veces al día de media, y una persona puede tardar hasta 20 minutos en recuperar la concentración después de pasar un rato usando el móvil.
Esta manía puede provocar problemas de gestión del tiempo y hacerte creer que tienes demasiadas tareas y poco tiempo para hacerlas, lo que te lleva a una mayor irritabilidad, asegura el psiquiatra Timothy Jeider.
“Después de habernos distraído, nos sentimos mal por haber perdido el tiempo. Eso reduce nuestra concentración y productividad y nos hace buscar otra distracción para esa frustración. Así, el ciclo de minifrustraciones se repite y se va agrandando como una bola de nieve”, explica.
La solución más sencilla —y también la más complicada— es dejar el móvil en otra habitación, señala Zinn. También puedes quitar las notificaciones de la pantalla de bloqueo.
A estas alturas, es inevitable que las redes sociales se hayan convertido en un hervidero de malas noticias. Toda la desinformación, las teorías de la conspiración y las advertencias relacionadas con la pandemia pueden afectar enormemente a tu bienestar mental, sostiene Kent.
“Todo ello conduce a un aumento de los sentimientos de irritabilidad, agresividad e ira, y además tendemos a ser adictos a esa espiral de noticias”, explica.
Las noticias que te agotan emocionalmente pueden provenir no solo del móvil, sino también de la televisión o la radio; incluso de las historias de Instagram o TikTok.
Para acabar con los efectos negativos de este consumo de noticias, limita el tiempo que pasas todos los días pendiente de estos medios. Lo mejor, según Kent, es intentar consumir noticias por la mañana o por la tarde en lugar de continuamente a lo largo del día.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.